Militantes de movimientos sociales y organizaciones políticas de izquierda cortaron hoy el Puente Pueyrredón para recordar a los militantes Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, asesinados hace 16 años en la "Masacre de Avellaneda", y reclamaron que la Justicia avance sobre los responsables políticos de ese operativo.

"Junto con la militancia hay una parte importante de la sociedad que nos acompaña y pide justicia como nosotros. Son 16 años y nada", sostuvo Alberto Santillán, padre de una de las víctimas.

Durante el acto realizado en el puente que cruza el Riachuelo, subrayó: "Apuntamos a los políticos desde el mismo momento que asesinaron a Darío y Maxi. Parece que cuando se trata de política la Justicia no hace nada".

Las organizaciones se concentraron a partir de las 9:00 en la estación "Maximiliano Kosteki y Darío Santillán" de Avellanada y desde allí partieron hacia el puente Pueyrredón, donde se desarrolló un acto, con la presencia de Vanina Kosteki.

"Pasaron 16 años del asesinato de Darío y Maxi y ningún político fue llamado a declarar. (El entonces presidente) Eduardo Duhalde y (el entonces gobernador bonaerense) Felipe Solá son parte de los responsables del asesinato. Pedimos justicia, una palabra tan linda como injusta", remarcó Alberto Santillán.

El padre de Darío aseguró que siguen "peleando y luchando" y destacó que la importante convocatoria que tuvo el acto fue "una demostración clara de que no se va a aflojar en el pedido de justicia".

"Conseguimos la condena perpetua para los asesinos gracias a nuestros abogados", recordó el hombre, en referencia a la pena de prisión perpetua que recibieron los ex policías bonaerenses Alfredo Fanchiotti y Alejandro Gabriel Acosta por el homicidio agravado con alevosía de los dos militantes.

E insistió: "Hace 16 años venimos señalando las responsabilidades políticas y la Justicia sigue mirando para otro lado".

Además del reclamo por las muertes de Kosteki y Santillán, también se realizó un "pañuelazo" para pedir que se convierta en ley la legalización del aborto.

El 26 de junio de 2002, en un contexto de fuerte recrudecimiento del conflicto social y con el precedente fresco de la represión del 19 y 20 de diciembre del 2001, Kosteki (de 25 años) y Santillán (de 21), quienes integraban el Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón (MTD), fueron asesinados durante una jornada de protesta en reclamo por planes sociales, cuando se producía un corte del puente Pueyrredón.

El escándalo político que generaron los sucesos hizo temblar la Presidencia de Eduardo Duhalde, quien decidió adelantar las elecciones que consagrarían ganador a Néstor Kirchner, inaugurándose un nuevo ciclo político en la Argentina.

Por estos crímenes, el 9 de enero de 2006, el Tribunal Oral 7 condenó a prisión perpetua al ex comisario Fanchiotti y al ex cabo primero Acosta, entre otros efectivos de la Policía Bonaerense, aunque los familiares de las víctimas y las organizaciones siguen reclamando por las responsabilidades políticas de la represión.