*Por Jorge Joury

Al término de su mandato, Mauricio Macri podrá decir que es el único presidente no peronista que después del advenimiento de la democracia gobernó un período completo. Y encima, si es reelecto, dejará en claro la fortaleza política de una fuerza que evidentemente aprendió a ganar elecciones. Además, el Presidente y la gobernadora María Eugenia Vidal no solo se juegan el futuro de Cambiemos, sino el eventual final de la carrera política de Cristina . "Una nueva derrota implicaría, sin duda, el fin de su liderazgo, pero no del kirchnerismo", evalúa Vidal en la intimidad. No obstante, este es el paso más difícil, del oficialismo, porque la economía no le sonríe y se deberá apelar a otra vestimenta para cautivar a la platea.Hay versiones que señalan que el Presidente abrió el juego y consultó a economistas de primera línea que le acercarán un plan alternativo, frente a un hipotético segundo mandatp. Mientras tanto, la oposición sospecha de una campaña sucia en marcha, con la activación de causas judiciales contra intendentes y diversas figuras del peronismo.

En política las cosas siempre se hacen como ordena el más fuerte: “juntos, a todo o nada”. Esa es la frase con que Macri volvió a demostrar quién es el jefe. Y Vidal respondió, más allá de las internas, como su mejor discípula. Macri dejó a la gobernadora coquetear con el desdoblamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Pero a la hora de mirar las encuestas que le dan en caída libre, aplicó el sentido común. Ir solo hubiera sido un riesgo, sobre todo frente a las esquirlas del malhumor social por el tarifazo, que brota como hongos venenosos en el conurbano y en la ciudad de Buenos Aires.
El Presidente el viernes cumplió 60 años y se le nota en el rostro el desgaste del poder.Contra casi todos los pronósticos, se sentó en el sillón de Rivadavia en 2015. Sus primeros dos años no fueron malos. Pero en el tercero se le escapó todo de las manos. Fue una catástrofe que jamás imaginó y para la que no estaba preparado. El cuarto aún es un dilema, ya que queda por ver si la inflación bajará. No obstante Macri tendrá que hacer un esfuerzo titánico para revertir la situación social. No se hace sencillo imaginar que Cambiemos pueda ganar en medio de la brutal recesión. Sin embargo, él se tiene fe, tanta que está convencido que puede ser posible que triunfe si polariza con Cristina y si la situación económica muestra signos de mejoría a partir del segundo semestre.
LOS RUIDOS QUE BROTAN DE LOS BARRIOS
Por el momento la calle se está poniendo caliente con las protestas vecinales frente a los tarifazos. Pero la onda expansiva se diluye porque el Gobierno cuenta con un paraguas mediático y los efectos del “golpe al bolsillo” en los servicios tienen escasa repercusión. Sin embargo, desde el primer viernes de enero, vecinos porteños y bonaerenses sin banderías se reúnen en las principales esquinas de sus barrios para hacer ruido y rechazar los aumentos. La quinta movilización consecutiva coincidió con el cierre de una semana en la que se multiplicaron los cortes de energía en medio de la ola de calor.
Otra inquietud que desvela a la Casa Rosada es la señal del circuito empresarial que suele acercar fondos para las grandes campañas electorales. El mensaje es contundente: este sería un año de aportes módicos. La crisis impondría cuidados y el impacto de las causas judiciales de los cuadernos de Centeno alimenta más prevenciones. Esa evaluación circula entre operadores políticos del oficialismo y de la oposición. Inquieta y a la vez, dicen, podría destrabar el tratamiento de la ley de financiamiento político cuando empieza a apretar el almanaque electoral.
LOS TROLLS YA ESTAN EN LAS GATERAS
No obstante, despejado el humo del desdoblamiento en Provincia de Buenos Aires, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el consultor Jaime Durán Barba, ultiman el cotillón. Conviene prestarles atención: la dupla se ufana –con razón– de no haber perdido jamás una contienda electoral.
El equipo Macri 2019 viene acumulando pertrechos para desplegar una campaña de sugestión inédita en Argentina. El gobierno lleva invertidas decenas de millones de pesos en tecnología de punta para viralizar contenidos, granjas de trolls y datacenters con detallada información digital de los casi 38 millones de usuarios únicos de telefonía móvil.
Por lo que se comenta, Macri, Vidal y Horacio Rodríguez Larreta saldrán el mismo día a la cancha a pelear por sus reelecciones y la de su Jefe. Durán Barba también aconsejó la estrategia por una cuestión de necesidad.
Las encuestas vienen marcando que la marca Cambiemos mide mejor que la figura del Presidente. Por ende, un triunfo previo de Vidal si adelantaba la elección podía servir para dar impulso, pero Macri necesita más que nunca que la marca de la alianza oficialista llegue completa. El Presidente empezó a mostrarse en actos con la gobernadora.
LA ACTIVACION DE CAUSAS COMO ESTRATEGIA
En la gobernación aseguran que la campaña propiamente dicha comenzará hacia mitad de año y tendrá un componente fuertemente nacional dado que Mauricio Macri estará al tope de la boleta, como en 2015. Será el segundo semestre donde Federico Salvai, el jefe de Gabinete bonaerense, volverá a tener un papel clave. Por ahora, para el vidalismo, las elecciones quedan lejos.
El peronismo olfatea que este funcionario y la mano de Elisa Carrió, ya mostraron su centralidad en la campaña bonaerense mediante carpetazos- Tiene que ver con la activación de causas judiciales contra decenas de intendentes.Y ahora se reflotará el expediente Scioli, con el llamado a declaración indagatoria de su ex pareja, Gisella Berger.
Macri y Vidal seguirán con uno o dos actos en conjunto por semana y la gobernadora irá a otras provincias como La Pampa, Neuquén y más adelante Córdoba y Santa Fe a empujar candidatos. La unificación tendrá como aspecto positivo para Cambiemos que la campaña en términos formales arrancará después, en línea con la intención de que sea corta.
PEÑA SERA EL MOTOR DE LA CAMPAÑA
Vidal, según los números de seguimiento que tiene el oficialismo, acaricia una intención de voto del 40%. Casi lo mismo que cosechó en 2015. Con cuatro años de delicada gestión en sus espaldas. Pero el Presidente permanece aproximadamente en un tercio. Parecido también a lo que obtuvo en Buenos Aires en octubre del 2015. ¿Será capaz la gobernadora de impulsarlo hacia arriba? ¿O será víctima de la escuálida actualidad de Macri? No hay respuestas para esas preguntas. Se trata del gran dilema que deberá resolver Cambiemos.
En lo que tiene que ver con Marcos Peña, se convertirá en el estratega y motor de la campaña. Derramará, en términos de discurso, los ejes temáticos haciendo hincapié en la lucha contra la corrupción, el narcotráfico y las obras que se pusieron en marcha. En ese marco, será cuidadoso en tomar distancia de la economía. una piedra en el zapato para el oficialismo. En ese camino, tanto Vidal como Horacio Rodríguez Larreta se verán obligados a nacionalizarse para sumarle a Macri todo lo que se pueda. Por ello, la gobernadora bonaerense tomó el primer semestre de este año como clave para hablar de la gestión local y el jefe de Gobierno porteño tiene planeada una serie de inauguraciones previas a las PASO de agosto.
En voz de los asesores de la Casa Rosada, será una campaña corta, “muy dura”, cuanto más pegada a la fecha de votación, mejor y se trazará, nuevamente, la directriz “cambio” versus “pasado”. Tendrá tono político y no económico por razones obvias.
UN PLAN ECONOMICO INTEGRAL PARA SALIR DEL POZO
Contrariamente a lo que fue su estilo cerrado hacia adentro, Macri inició una ronda de consultas con distintos economistas y hasta encargó a un “gurú” de la City propuestas para encarar un programa económico integral. Por la quinta de Olivos desfilaron entre otros Miguel Broda, Pablo Guidotti.Miguel Kiguel, Carlos Melconián y Martín Lousteau
Según fuentes confiables, se trata de una serie de consultas frente a la preocupación presidencial porque la economía no despega. Los voceros señalan que en privado Macri admite los errores que cometió y que terminaron con inflación récord y una profunda recesión. También en esas charlas reconoció que: “La elección será peleada. Pero creo que vuelvo a ganar”.
Se dice en el círculo rojo que Guidotti y Kiguel – ex integrantes del equipo de Roque Fernandez – hablaron de las asignaturas pendientes, pero bendijeron el duro programa con el FMI. Le manifestaron a Macri que Dujovne está haciendo bien los deberes y trabaja adecuadamente la cuestión fiscal. Los especialistas, apuestan a que habrá una recuperación antes de octubre. En cambio Broda fue al hueso y sin anestesia. Le señaló a Macri que las cosas están mal porque Argentina no tiene un programa económico integral.
El Presidente comentó, después, a su círculo íntimo: “Miguel nos mató. Pero en muchas cosas tiene razón”. El jueves pasado Macri fue en esa dirección cuando admitió en publico el fracaso para combatir la inflación. Broda le trasmitió algo que opina el establishment: el problema central es que la Casa Rosada carece de un plan global para bajar la inflación y crecer.
Con el consentimiento de Macri, Broda le va a acercar una propuesta global. La idea surgió porque el economista le confesó que estaba trabajando con un grupo de colegas en un programa global para aplicar después de las elecciones. Macri fue escueto, pero claro: “Cuando termines, quiero ver esas ideas”. Hay que señalar que Broda hace una suerte de coordinación, pero ese plan que llegará a manos del Presidente lo trabajan varios ex ministros. El equipo lo integran: el propio Broda, Ricardo López Murphy, Jose María Dagnino Pastore, Domingo Cavallo y Guillermo Calvo.
ESTRATEGIAS A LA LUZ DE LAS ENCUESTAS
Mientras tanto, la jugada de la Casa Rosada consistiría en sobrevolar todos los conflictos locales, para empujar a la sociedad a un balotaje a todo o nada contra Cristina Kirchner. En ese escenario se planteará el debate si vamos a ser Venezuela o seguimos con Macri. Es la vieja estrategia que sostenía Juan Perón, del menos malo, de "no somos buenos, pero los otros son peores". Esta metodología está dentro de las reglas del juego. Todos los políticos tienen el derecho natural de intentar crear los climas más propicios para materializar su ambición.
Por estas horas, las encuestas afines a la Casa Rosada, como Isonomía, marcan a Cristina ganando por muy poco la segunda vuelta. Macri que en diciembre había detenido su caída y estaba amesetado con leve recuperación acompañando la estabilidad del dólar, en enero volvió a caer.
El futuro político de Mauricio Macri termina dependiendo de los mismos factores que marcaron el ciclo político del kirchnerismo: la cosecha y la evolución tasa de interés internacional. Y este año todo indica que ambos jugarán bien a favor del Gobierno, lo que al menos en teoría mejora las chances electorales de Cambiemos.
Las estimaciones más pesimistas señalaron que los aumentos de precios durante 2019 tendrán un techo de 32%, siempre y cuando no haya una nueva corrida cambiaria, lo que significaría una reducción de la inflación de casi 15%. Si bien es alta, dejaría señales de control de una de las variables que afectan de manera más sensible a la población.
LA MARCA PESA MAS QUE MACRI
Mientras tanto, un encuestador, de permanente consulta de la Casa Rosada señala que “ la lógica detrás del análisis es que Macri representa al votante del PRO, mientras que la figura de Vidal la amplía. Vidal y Carrió son las que expanden el PRO hacia Cambiemos”.
Pablo Mandía, de la consultora Analogías, coincide en el análisis: “La marca Cambiemos está arriba de Macri”. Por eso, muchas veces las encuestas son difíciles de leer. Un escenario de intención de voto puede dar muy distinto si se pregunta por Macri o por Cambiemos. De hecho, en sus mediciones en el territorio bonaerense, por ejemplo, la tiene a Vidal entre 10 y 15 puntos más arriba que el Presidente".
La estabilidad cambiaria, los aguinaldos, los bonos de fin de año y la mejora en los planes sociales, llevaron buenas noticias a la Casa Rosada. Fue un leve repunte del Presidente, pero los resultados de enero volvieron a disparar las alarmas, ya que la imagen de Macri volvió a caer después de los anuncios de los aumentos de tarifas de luz, gas, agua y transporte."La gente está harta de los latigazos y encima los cortes de luz calientan las protestas callejeras", manifestó un politólogo.
Analogías también detectó un crecimiento de Cristina. Pero prefiere ser “cautelosa” y confirmar la tendencia en febrero. “Enero tiene un sesgo de mayor mal humor, el que responde es el que no está de vacaciones”, explica Mandía.
LO QUE MAS PREOCUPA ES UN PASO AL COSTADO DE CRISTINA
Sin embargo, las encuestadoras siguen dando un escenario de intención de voto de Macri ganándole a Cristina Kirchner. “Cae, pero sigue mejor el Gobierno”, describen los analistas. Y analizan que se debe más a la fragmentación de la oposición que a un mérito del oficialismo. Ese factor también es considerado permanentemente en las usinas amarillas. El desconcierto peronista favorece el voto a Cambiemos.
En la Casa Rosada evalúan que en el segundo semestre se empezarán a notar mejoras en el bolsillo de la gente y eso puede ayudar a enderezar el barco.“Hay más chances de que nosotros ordenemos la economía que de que ellos ordenen su interna”, dispara con sorna, una de las primeras espadas de Balcarce 50.
La vigencia de CFK como líder opositora es vista como algo positivo en el Gobierno, ya que la idea sigue siendo polarizar con ella. Pero si se baja de la contienda electoral y aparece en escena un nuevo personaje opositor que podría ser el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, el escenario podría complicarse.
El problema real que tiene por el momento el peronismo alternativo, al revés de Macri o de Cristina, es que carece de un liderazgo unificador y de un candidato claro para las elecciones de octubre. Podrán definirlo en las primarias de agosto, pero los otros dos contrincantes ya habrán tenido seis meses, por lo menos, de campaña electoral implícita.
Un analista comentó en voz alta que " si no hay un cambio vertiginoso de último momento —que uno de ellos se retire, que surja con fuerza una tercera opción—, el próximo 10 de diciembre reasumirá el poder Mauricio Macri o lo hará Cristina Kirchner.
En la visión de algunos prestigiosos politólogos, es posible suponer que esa noche, cerca de la mitad de los argentinos sentirá una gran tensión, como si su futuro estuviera en riesgo. Será el inicio de un nuevo ciclo gobernado por alguien a quien consideran un enemigo. Macri y Cristina Kirchner cosechan, desde hace bastante tiempo, mucho más rechazo que aprobación en la sociedad.
Pero la pregunta del millón es qué pasará si Cristina no se presenta. Es el escenario más temido por la Casa Rosada. Tiene que ver con que cualquier candidato, entre ellos Roberto Lavagna, podría recibir esa transferencia de votos antimacristas, sin heredar la imagen negativa de la ex mandataria, ni sus votos "no positivos" en una eventual segunda vuelta.
El tiempo de las sorpresas está en marcha. Lo que está claro, es que será una elección con lo justo, en la que el ganador probablemente tendrá que contar los poros para marcar la diferencia.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la Universidad Nacional de La Plata . Su correo electrónico es jorgejoury@gmail.com.