Se incrementa a medida que aumentan los niveles de peso. La obesidad está íntimamente relacionada con su desarrollo.
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) advirtió que la mala alimentación, junto con otros factores como el sedentarismo, el tabaquismo, el sobrepeso, el consumo de alcohol y el estrés, puede agravar la hipertensión arterial (HTA). “Determinadas comidas tienen una gran influencia sobre la posibilidad de desarrollar HTA y enfermedades cardiovasculares.

De hecho, se considera nocivo el consumo elevado de grasas saturadas (trans, comidas tipo fast food, hamburguesas, papas fritas, pollo frito, productos precocidos, etc.), carbohidratos refinados (como azúcar de mesa), sal y alcohol. Pero también es perjudicial consumir pocas frutas y verduras, así como fumar”, señaló Diego Stisman (matrícula provincial de Tucumán 5542), vocal de la comisión directiva de SAHA.

El consumo de sal cuenta entre los factores más proclives a generar HTA: “No nos referimos solo el consumo de sal de mesa, sino también a aquella que proviene de la `sal invisible´, que representa más de las ¾ partes de la sal que ingerimos a través de ciertos alimentos (como pan, galletas, fiambres, quesos duros, salsas, embutidos, caldos, snacks, envasados de salmuera, enlatados, etc.)”, explicó Walter Espeche (matrícula provincial 115064), también vocal de la Comisión Directiva de SAHA. Cabe consignar que mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo de sal por día menor a los 5,5 gramos, en Argentina ronda los 12 grs/día.

La prevalencia de HTA se incrementa a medida que aumentan los niveles de peso. De hecho la obesidad está íntimamente relacionada con el desarrollo de HTA, aunque “depende de cómo se distribuya la grasa corporal: si ésta se encuentra en el tronco y abdomen, el riesgo de enfermedad cardiovascular será mayor que si se acumula en caderas, muslo y nalgas. El descenso de peso ayuda muchísimo a disminuir los valores de presión arterial”, aclaró Jorge Irusta (MN 55429), vocal de la CD de SAHA.

La hipertensión, que antes era un fenómeno prácticamente desconocido en las consultas de pediatría, cada vez es una realidad más palpable en nuestro país debido a los crecientes problemas de sobrepeso en la población infantil. “La relación entre obesidad e HTA ya está presente en niños y persiste a lo largo de la vida, si bien es más estrecha la que se observa en adultos jóvenes de 20 a 25 años, y disminuye a medida que avanza la edad. Los niños obesos tienen un riesgo cuatro veces superior de convertirse en hipertensos en la edad adulta”, aseguróNicolás Renna (matrícula provincial de Mendoza 8699), vocal de la CD de SAHA.

El primer paso para prevenir o controlar la HTA pasa por reducir el consumo de sal y de alimentos altos en sodio (como lo son los fiambres, embutidos, enlatados, productos de panadería, caldos), y también de alimentos ricos en grasas saturadas y trans (como la manteca, margarina, mayonesa, crema, grasa animal).

“Además, es importante acompañar la alimentación con actividad física programada, ya que ésta ayuda a bajar de peso y a controlar el estrés”, apuntó la Lic. Josefina Lopez San Martin, (matrícula nacional 193). Por otra parte, la alimentación diaria debe tener “al menos 6 porciones de frutas y verduras. De esta manera, reduciremos la cantidad de sal ingerida y aportaremos una dieta rica en potasio, que ayuda a disminuir la presión arterial”, completó Renna.