El pasado lunes, una aeronave de largo alcance P3-B Orion de la Fuerza Aeronaval N° 3 (Trelew) de la Armada Argentina, efectuó otro vuelo sobre espacios de responsabilidad con la finalidad de vigilar y controlar la intensa actividad marítima que tiene lugar en la zona denominada Milla 201, complementario del realizado diez días atrás.El vuelo, que partió de la Base Aeronaval Almirante Zar, tuvo por destino la zona marítima del borde de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) entre la latitud de Mar del Plata y la del Golfo San Jorge. El propósito principal es fortalecer el monitoreo de la Zona Adyacente Argentina denominada comúnmente Milla 201; y disuadir y detectar eventuales incursiones de pesqueros ilegales.

Esta época del año, la pesca de especies como el calamar o el langostino incrementa sustancialmente la presencia de buques en las zonas patrulladas del Mar Argentino. Existe preocupación creciente en la comunidad internacional por los efectos depredatorios que tiene la pesca no controlada ni regulada en el borde de la milla 200. En efecto, estas prácticas depredatorias de buques de más de 30 nacionalidades ponen en riesgo la sustentabilidad de fuentes alimentarias de la altamar que se consideran un patrimonio de toda la Humanidad.

Por otra parte, estas prácticas pueden afectar indirectamente los recursos vivos dentro de la ZEE por vía de las especies altamente migratorias o transzonales que en una parte de su ciclo de vida se encuentran por fuera de la misma.

Los vuelos procuran monitorear la actividad marítima en general con el fin de conocer qué hace cada buque que se encuentra en el Mar Argentino. La información que detecta la aeronave se correlaciona con la obtenida por el Comando de Tránsito Marítimo a través de otras fuentes de información como el AIS (Sistema Automático de Identificación, por sus siglas en inglés) detectado por antenas ubicadas en la costa o por satélite, además de otras muy diversas fuentes.

La vigilancia y control también tienen por propósito identificar buques de investigación científica, de prospección petrolera y todo tipo de embarcación para conocer perfectamente la naturaleza de su actividad. Asimismo, el conocimiento detallado y verificado por la aeronave del tráfico marítimo permite ponderar el riesgo de accidentes o incidentes que podrían motivar un caso SAR (SearchandRescue- Búsqueda y Rescate), en el cual el rol de la Armada es la protección de la vida humana en el mar.

Cada vuelo genera grandes flujos de datos e información que son transmitidos vía satélite a la Central de Operaciones del Área Naval Atlántica ubicada en Mar del Plata que controla operativamente el vuelo de la aeronave. Posteriormente, los datos son integrados para un análisis minucioso que tiene por objeto final la identificación de anomalías en el comportamiento de los buques que pudieran ser una afectación presente o futura de los intereses vitales de la Nación en el mar.