Tras las acciones desarrolladas para el aislamiento de la Villa Azul y ante la advertencia que lanzó Axel Kicillof de que la decisión se podría extender a otros barrios que presenten un foco infeccioso de coronavirus, el presidente Alberto Fernández respaldó al gobernador bonaerense y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza.

"Cada uno de nosotros somos un habitante más de Villa Azul o de cada barrio popular como el barrio Padre Mujica o la 1-11-14", dijo el Presidente al inaugurar la bajada de una tunelera de AySA del Sistema Agua Sur. Y remató: " Quilmes es un lugar que está sufriendo. Mayra, contá conmigo para lo que necesites".

En el asentamiento, donde viven unas 5000 personas, situado entre los partidos de Quilmes y Avellaneda, ya suman 211 los infectados por coronavirus.

Ante el brote y la cercanía con la Villa Itatí, donde viven casi 16.000 habitantes, Kicillof decidió cercar el barrio el último domingo por la noche.
Alberto Fernández sostuvo que el brote de la enfermedad "permitió poner las cosas en su lugar" para empezar a "terminar con la injusticia que hay en nuestra sociedad". En ese punto, el Presidente aseguró que es el momento para cambiar eso.

" ¿Cuántas veces vamos a hacernos los distraídos? ¡Basta! Allí donde hay necesidad hay derechos que reponer... Ha llegado la hora de ocuparnos de esa gente, que son nuestros compatriotas que luchan en condiciones muy adversas y que les hicieron creer que no tenían oportunidades", afirmó.

El jefe del Estado también estuvo acompañado por la titular de Aysa, Malena Galmarini; los ministros Eduardo De Pedro (Interior) y Gabriel Katopodis (Obra Pública); el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el jefe del bloque en Diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, entre otros.

El mandatario destacó que la pandemia del coronavirus "es una gran oportunidad" que permitió dejar en claro que es lo "esencial".