El Gobierno bonaerense autorizó a las empresas de energía eléctrica radicadas en la provincia a aplicar un incremento extra en las boletas de luz para cubrir un desfasaje en el costo de distribución, generado a partir del desdoblamiento de una suba que el Ejecutivo determinó en septiembre de 2018.

A través de una resolución publicada en el Boletín Oficial, la gobernación provincial habilitó a las compañías la inclusión en su tarifa el Incremento de Costos Tarifarios (ICT), para “recuperar en su facturación, además de las diferencias en la aplicación de los costos mayoristas de electricidad, las diferencias generadas en el costo propio de distribución”.

De ese modo, generaron el pago prorrateado del Valor Agregado de Distribución (VAD), índice para calcular el costo del servicio eléctrico domiciliario. El Gobierno había autorizado un aumento del 34% desde septiembre, pero para evitar un impacto directo en las boletas lo dividió a la mitad, cobrando la segunda parte en febrero.

Sin embargo, para compensar a las empresas y cooperativas por la pérdida, las autorizó a que desde este mes trasladen la diferencia de esos seis meses a los usuarios, a valores actualizados por la inflación.