La Cámara de Diputados de Brasil inició en la mañana de este viernes la primera de las tres sesiones en las que se decidirá si respalda el trámite para un juicio político con fines de destitución a la Presidenta.

Está acusada de violación de leyes fiscales y manipulación de fondos públicos.

La sesión quedó confirmada a la medianoche, luego de que el Supremo Tribunal Federal (STF) decidiera rechazar un pedido del gobierno de anular el informe sobre el juicio político hecho por el diputado opositor Jovair Arantes.

Los debates en la Cámara baja se prolongarán hasta pasado mañana, cuando se votará si el proceso debe llegar al Senado, que en caso de darle curso separará a Rousseff del gobierno durante 180 días, plazo que tendrá la Cámara alta para realizar el juicio político.

En la sesión de hoy serán escuchados representantes de la parte acusadora y también el abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, que en este proceso representa a Rousseff.

En tanto, frente al Parlamento, con sede en Brasilia -ciudad creada por el presidente Juscelino Kubitschek en 1960 para desarrollar el interior del gigante sudamericano-, había esta mañana columnas de simpatizantes y detractores de la presidenta, separadas por un vallado metálico de un kilómetro de largo y dos de alto para evitar confrontaciones.

Se esperan 300 mil personas en Brasilia, de ambos bandos, en la Explanada de los Ministerios; y lo mismo se replicará en San Pablo y otras ciudades del país.