En medio de la extensa cuarentena, la vuelta de las cuasimonedas y otras medidas extremas, vuelven a sonar con fuerza en el escenario.

Lo que se comenta. es que un gobernador a quien no le alcancen los fondos que recaudó, más los que recibió del Gobierno nacional, no se va a suicidar ni quedarse cruzado de brazos frente a la actual crisis sanitaria, sino que emitirá “su propia moneda”. En las últimas horas trascendió un informe reservado del Banco Provincia. Allí se da cuenta que la retracción será muy fuerte en el Conurbano. El mejor escenario –prevé una cuarentena de sólo 30 días- proyecta una baja adicional en la actividad del 3,3%. La caída anual del PBI sería del 4,5 y la pérdida, de 12.000 millones de dólares.

El documento, que disparó todas las alarmas en la gobernación, se encuentra en manos de Axel Kicillof. La segunda hipótesis del paper, habla de un freno de 60 días y concluye: la caída sería de 5 puntos del PBI , y la pérdida, de 20 mil millones de dólares. Hay influyentes voces que insisten en que el freno productivo será mayúsculo. En la vereda de la UIA y la Asociación de Bancos se escucha el mismo diagnóstico. Por prudencia. lo hablan en voz baja Pero el establishment sostiene que es necesario fijar un paquete global y concreto para evitar un shock económico extremadamente negativo. Hay otro dato a tener en cuenta y que preocupa a la población. las bocas de los cajeros se quedan sin plata de manera constante y eso genera colas donde la gente está muy cerca en muchos lugares. No es fácil poner en cuarentena a una sociedad com o la nuestra indisciplinada.

Son postales de la coronacrisis, una pandemia devastadora en la economía global y particularmente en la Argentina.

EL GURU QUE ADELANTA EL PEOR ESCENARIO

Hay especialistas que vaticinan la mayor recesión mundial en varias décadas. Esta preocupación apareció ahora en el radar de la gente. Según una encuesta de la consultora D´Alessio IROL-Berensztein, que se conoció en las últimas horas, tras una semana de cuarentena, el 76% de los argentinos manifestaron estar preocupados por el impacto que tendrá la crisis en nuestro sistema productivo, aunque también la inflación y el abuso con los precios, aparecieron en el podio.

Las consecuencias más relevantes de la crisis se repiten en los países más desarrollados y en el nuestro se reflejan en restaurantes, hoteles, todos los servicios vinculados al turismo de cabotaje e internacional, y venta de bienes durables, como automotores, motos, muebles, electrónicos, y también productos de consumo masivo prescindibles, y por extensión en las industrias y en los trabajos personales que se encuentran en la marginalidad.

Hay una frase para tener en cuenta de un intelectual norteamericano, Thomas L. Friedman, tres veces Premio Pullitzer. Este célebre gurú advirtió que cerrar la economía por completo podría provocar más muertes que el COVID-19 en un futuro no tan lejano. Es tan cierto que en lo primero que se reflejaría, es en la falta de comida en muchos países. No es un hecho menor que estos signos tomen estado público.

El mundo ya entró en una recesión "peor que la del 2009". Lo admitió la propia, Kristalina Georgieva, titular del FMI.

El organismo internacional recibió un récord de pedidos de auxilio de países en problemas por el avance del coronavirus. La Argentina no acudió a pedir ayuda, pero espera poder refinanciar el pago de 44 mil millones de dólares. "Será tremendo el impacto económico en el mundo", advirtió Georgieva.

Si proyectamos la foto en el plano local, la magnitud de los anuncio para mitigar los efectos económicos de la pandemia alcanza en nuestro país la friolera de 700 mil millones de pesos. Son nada menos que dos puntos del PBI. El Gobierno amplió hace horas en más de 55 mil millones de pesos el Presupuesto Nacional de este año, para cubrir los mayores gastos que demandan las medidas de emergencia.

SUENA LA CAMPANA DE LAS CUASI MONEDAS

No obstante, el Presidente ha priorizado por sobre todas las cosas, la decisión de prolongar el aislamiento preventivo obligatorio para salvar vidas. Pero no se puede dejar que observar, que en este sendero de gastos, se va apagando todos los días de manera inexorable el semáforo del PBI. La cuestión se agrava por la caída de la recaudación y algunos hasta imaginan en un tiempo no muy lejano, la posible llegada de las cuasi moneda como sucedió después del 2001.Todo depende del tiempo que dure la pandemia y de sus efectos letales.

Por lo pronto, el gobierno de Chubut, que conduce Mariano Arcioni, ya avisó que analiza emitir cuasimonedas ante la crisis provincial, agravada por la parálisis que provoca el coronavirus. "Estamos esperando que se liquiden las regalías petroleras. El sector privado va a quedar muy golpeado y Chubut vive del sector privado", especificó el ministro de Gobierno y Justicia, José María Grazzini. Idéntica posición tienen muchos gobernadores que no ven otra salida que emitir esos bonos para afrontar los gastos locales que les demandará en el corto plazo la contención social.

Hoy la radiografía de la realidad nos muestra que a la Argentina como un país bombardeado. Un 70% de los comercios permanecen cerrados y por lo tanto no pueden facturar. Millones de personas cuentrapropistas se quedaron casi sin ingresos de la noche a la mañana. Y muchos de los que son empleados del sector privado tendrán dificultades para cobrar o directamente no les pagarán.

LAS EMPRESAS DISPARAN BENGALAS

Para poner un tono más crudo al escenario, el secretario de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Natalio Mario Grinman, afirmó que los casi tres millones de empleados registrados con los que cuenta el sector están sin trabajar, y advirtió que “una empresa que no trabaja, en 30 días quiebra”.

El ejecutivo reclamó un auxilio financiero para los comercios debido a que “en seis días estos empleados tienen que cobrar los sueldos”.

Como se observa, cada día que pasa agranda las dificultades y presiona a una recesión mayor, sobre todo teniendo en cuenta que la economía local depende básicamente del comportamiento del consumo interno. Aunque el país está muy cerrado desde el punto de vista comercial, implica una caída en el nivel de exportaciones, tanto por una merma de las cantidades como de los precios de los productos exportables.

También hay que anotar que si bien es cierto que ingresarán menos divisas por una posible caída del superávit comercial, al mismo tiempo se achicará a su mínima expresión el déficit por turismo, ya que prácticamente nadie viajará en los próximos meses.

También hay que señalar que el turismo receptivo brillará por su ausencia, complicando a zonas enteras del país que básicamente viven de quienes llegan desde distintos lugares del mundo a visitar la Argentina.

HASTA LOS NEOLIBERALES SE DAN VUELTA

Mientras esto acontece, la renegociación de la deuda sigue en la ganchera y la posibilidad de caer en default total ahora recrudecieron, ya que la caída de la actividad económica y el aumento del déficit fiscal volverán mucho más complejo efectivizar cualquier pago a los bonistas en los próximos años. Con suerte, las negociaciones podrían llevar varios meses pero mientras tanto obligará al Gobierno a extender el “reperfilamiento” de vencimientos tanto en dólares como en pesos.

Los especialistas señalan que el Gobierno le queda poca “espalda” para afrontar semejante parálisis de la actividad: Mientras que en Europa y en Estados Unidos aprueban paquetes de estímulo de más de 10% del PBI y en algunos casos hasta el 15%, en la Argentina hasta ahora se destina alrededor de 2% del Producto, ante la dificultad de emitir pesos exageradamente.

Es de no creer, pero nada menos que José Luis Espert, una de las caras más visibles del neoliberalismo en la Argentina, salió a recomendar que el Banco Central emita pesos para que las empresas puedan pagar sueldos.
Todo indica que el shock económico en el corto plazo va a depender de la extensión de la crisis sanitaria.

LA PELOTA Y EL CINE CON TARJETA ROJA

Otro tema que va a explotar, es que marzo será el último mes en que la economía de los clubes argentinos no sentirá de lleno los efectos del coronavirus .

A partir de abril, el mazazo por la actividad paralizada repercutirá en todos los empleos directos e indirectos que se generan alrededor de la pelota. Futbolistas, entrenadores, auxiliares, preparadores físicos, profesores y el resto de los cuentapropistas que trabajan a diario en esas insticuiones tendrán que percibir sus sueldos en medio de la incertidumbre provocada por una cuarentena obligatoria que se sabe cuándo empezó, pero no cuándo terminará. Por eso los dirigentes de primera (ahora denominada Liga Profesional) piensan crear un comité de crisis para monitorear día a día la situación.

La FIFA le pidió a los jugadores de todo el mundo que se rebajen un 50% sus sueldos.

Otro frente caliente, el sector de las salas de cine, que emplea a diez mil personas, le solicitó al Gobierno un amplio y rápido paquete de apoyo impositivo ante la pérdida total de sus ingresos por la pandemia.Los empresarios afirmaron que ya no cuentan con recursos para hacer frente a sus pagos el mes próximo y que no podrán recuperar la recaudación hasta el año próximo. Hay que decir que el año pasado el cine en la Argentina recibió a 46.871.081 espectadores, que generaron una recaudación de $8.500 millones.

Frente a este escenario, la película en el corto plazo puede tener momentos muy dramáticos y el final es incierto.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Para consultar su blogs, dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapas.