El comportamiento de los mercados financieros después de las paso se ha convertido en un verdadero tembladeral.

La salida de depósitos en dólares del sector privado ya sumó US$5.862 millones al 29 de agosto, equivalentes al 18% del total.

El retiro de las colocaciones en bancos ya se convirtió en una de las principales causas de la baja de reservas, y podría llegar a una demanda de US$23.000 millones si se incluyen las nominadas en pesos, de acuerdo a estimaciones privadas.

El stock de divisas del Central cerró en las últimas horas en US$52.149 millones, lo que representó una baja de US$995 millones respecto del lunes, cuando habían finalizado en US$53.144 millones.

Con un volumen en el mercado de cambios que apenas superó los US$426 millones, el retroceso se explica por el drenaje constante de depósitos tras el resultado de las elecciones primarias que se agudizó con los últimos anuncios de default parcial y luego de cepo.

El economista Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, calculó que en la primera semana se fueron US$1.965 millones, en la segunda US$1.231 millones y en la tercera US$2.666 millones.

El 88% provino de cajas de ahorro de personas físicas, de los que tres cuartas partes fueron de menos de un millón de billetes verdes, apuntó.
El interrogante que surge de esta dinámica es cuánto tiempo puede aguantar el Banco Central este nivel de presión sobre sus arcas.

La consultora LCG precisó que si se renueva solamente el 50% de los depósitos en dólares, podría implicar una reducción en las reservas de unos US$14.000 millones. De ahí el incremento que se observó en la tasa de interés que ofrecen los bancos por estas colocaciones: los últimos datos disponibles muestran que ayer llegó al 2% en algunos casos y para los de personas físicas de más de 60 días, al 3,46%.

Por otro lado, los depósitos a plazo fijo en pesos del sector privado suman 1,23 billón de pesos. En LCG estiman que con una renovación de 50% en el segmento minorista, la demanda por retiro de colocaciones de menos de un millón sumaría US$4.300 millones.

En tanto, los mayoristas, con mayores dificultades para volcarse a la divisa, se renovarían en un 60% y podrían presionar por compras por otros US$4.300 millones.

Es decir que en total el sector privado tendría la capacidad de demandar unos US$23.000 millones."El 40% de los mayoristas podrían ir eventualmente al dólar por ejemplo si una empresa distribuye utilidades y de ahí el accionista deposita los pesos en una sociedad de bolsa para adquirir divisas. Es decir que una parte va a drenar aunque las empresas tengan prohibido adquirirlas para atesoramiento", puntualizó Guido Lorenzo, economista de esa firma, ante la consulta de BAE Negocios.

En cuanto a las municiones del BCRA, en LCG restan de las reservas totales el swap con China por US$18.000 millones y US$7.500 millones del primer acuerdo con el FMI que estaban destinados a fortalecer el activo de la autoridad monetaria. Incluso, el primero podría utilizarse a un costo del 7% anual al transformar los yuanes y el segundo si se tiene en cuenta que el entendimiento con el Fondo está virtualmente caído.

Es decir que con el default de las Letes que permitieron ahorrar US$13.000 millones, el Central tendría divisas suficientes para afrontar una demanda de US$23.000 millones, ya que las "netas" están en torno a los US$30.000 millones.