En el frigorífico Santa Giulia, ubicado en la localidad bonaerense de Alejandro Korn, se detectaron dos casos positivos de coronavirus.

Tras confirmarse estos casos y luego de una inspección llevada a cabo por autoridades del municipio de San Vicente y del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), el establecimiento volvió al trabajo, bajo un esquema de cuarentena optativa.

Con estos dos nuevos casos, Santa Giulia se transforma en el tercer frigorífico en Argentina en donde se detectó Covid-19 entre sus empleados.

Como se recordará, el primer positivo fue en la planta santafesina de Friar y el afectado fue el médico de la planta, tras lo cual no se detectaron más casos. El otro frigorífico afectado fue Federal, en la localidad de Quilmes y el afectado fue un ayudante veterinario de 55 años, quien finalmente falleció. Además se sumaron otros cinco casos positivos y luego de un cierre por espacio de dos semanas, se retomaron las tareas.

El Secretario de Organización De Federación de la Carne, Fabián Ochoa, confirmó a este medio los dos casos positivos de coronavirus y señaló que la planta trabaja a un 50% de su capacidad instalada. En este contexto, el dato a tener en cuenta es que la cuarentena en Santa Giulia es optativa, pero sin goce de sueldo.

A través de un comunicado, la empresa señaló que entre los días 20 a 23 de mayo, las tareas se llevarán a cabo “de forma habitual, dejando a elección de los trabajadores de concurrir o no, sabiendo los trabajadores que no se abonarán dichas inasistencias”. Esta situación, una vez que se normalice la actividad, tendrá como consecuencia un casi seguro conflicto entre los operarios alcanzados por esta decisión y el frigorífico.

El frigorífico Santa Giulia emplea a unos 550  trabajadores  y cuenta con un capacidad de faena cercana las 800 cabezas diarias. Según trascendió, el primer positivo se detectó el pasado sábado 17 de mayo. Ante esta situación, el establecimiento cerró sus puertas entre el domingo a la mañana y el lunes por la tarde, luego de una inspección que llevaron a cabo desde el municipio de San Vicente y el Senasa.

En el acta elaborada por las autoridades, se dispuso que los afectados ingresen en un aislamiento preventivo. También se aclaró en este documento que “habiendo verificado las condiciones edilicias y sanitarias de las instalaciones y el cumplimiento del protocolo homologado por la Municipalidad de San Vicente, se autoriza la reanudación de las actividades”.