* Por Jorge Joury

La foto de los cuatro sonrientes hizo punta en la interna peronista, pero desató una tormenta entre algunos dirigentes que comulgan con la renovación.Son celos propios de quienes tienen ambiciones y muestran los dientes. Pero ahora Sergio Massa, Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey y Miguel Pichetto deberán asumir el desafío de darle volumen al espacio que bautizaron "Alternativa Nacional". Lo llamaron así como una forma de contestarle al gobierno que sostiene que "no hay alternativa", salvo votar la reelección de Macri o volver al pasado de la mano del kirchnerismo. Si bien los cuatro hacen rodar sus aspiraciones de disputar la Presidencia, hay quienes creen que la candidatura se podría definir en una interna entre Massa y Urtubey. Son los más jóvenes del grupo y quienes oxigenan al partido. Sin embargo, a veces las cumbres son borrascosas y generan inquinas. En esa mesa faltaron dirigentes de peso. Pudo haber sido un equipo de seis, ya que Juan Manzur, gobernador de Tucumán, y Florencio Randazzo figuraban en el borrador original. Pero Schiaretti levantó temperatura ante la posible presencia de Manzur, que había sido propuesto por Massa y Pichetto. También hay que decir que algunos planteos de Randazzo no cayeron bien entre los nuevos socios. No casualmente, a la misma hora que el cuarteto posaba para la foto en Retiro, Manzur y Randazzo tomaban un café y despotricaban a tambor batiente en la Casa de Tucumán, ubicada en el microcentro porteño. Clima propio del peronismo, con rayos y truenos cuando se desatan las disputas internas.
UN 17 DE OCTUBRE TUCUMANO
En paralelo, junto a un puñado de gobernadores y jefes sindicales, Manzur junta voluntades para el 17 de octubre, fecha sensible para el PJ. Prometen que será un acto con marchita y bombos. El vocero de esa cumbre fue el dirigente gastronómico Luis Barrionuevo. Tucumán será la sede y, sin decirlo abiertamente, apuesta a ser un contrapeso del "Grupo Retiro" aunque Manzur anota como posibles asistentes a Pichetto y Massa para no provocar grietas.
Urtubey, Pichetto y Massa ya están calentando motores y esta semana harán sus primeras movidas. El salteño estará en Chaco con Domingo Peppo, el senador bajará a San Martín con el ex peronista PRO Carlos "Tato" Brown pero "saludará" al intendente local Gabriel Katopodis, y el tigrense pondrá un pie en la convulsionada Moreno.
Vendrán, luego, los actos compartidos entre dos o más dirigentes. El jueves pasado, como primer bosquejo, se definió que durante octubre la prioridad será la cuestión legislativa y que la próxima foto conjunta está programada para noviembre, aunque todo se puede precipitar
La nueva versión de Massa es la de un dirigente más moderado en sus expresiones, menos confrontativo desde el discurso y más enfocado en la construcción del nuevo espacio. Está convencido de que hay que hablar menos de los rivales políticos y más del proyecto que quieren interpretar junto a un grupo de gobernadores y legisladores nacionales. Eso implica fortalecer el esquema y darle el suficiente volumen como para intentar saltar la grieta entre macrismo y kirchnerismo.
Urtubey es el más resistido desde el kirchnerismo. Con los Moyano mantiene una pelea dialéctica desde hace tiempo. La semana pasada el gobernador cuestionó el paro general realizado por la mayoría del arco sindical y dijo que "no aportaba nada en este momento de crisis". Esa intervención generó la crítica inmediata de Pablo Moyano, quien indicó que el mandatario "es un antiperonista que está instalado en la burguesía salteña". El mandatario replicó que si lo criticaban los Moyano, "quiere decir que voy por el buen camino".
LA DOLOROSA PERDIDA DE UN HISTORICO
El cordobés Schiaretti, uno de los más experimentados, es casi seguro que dará un paso al costado para pelear por otro turno como gobernador. En tanto Pichetto si bien viene mostrando más voluntad política de entreverarse, hasta ahora no logró despegar y tuvo algunas situaciones de zozobra durante su incipiente desembarco en el Conurbano.
En principio uno de los favoritos para llevar la bandera de este grupo, era el caudillo cordobés José Manuel De la Sota, a quienes muchos definieron como " el hombre que venía a cerrar la grieta", una suerte de prenda de unidad. Se trataba de un dirigente de mucho rodaje en la política, que quería coronar su trayectoria sentándose en el sillón de Rivadavia, pero lamentablemente tuvo un destino trágico por el accidente que cobró su vida en la ruta.
Fuentes al tanto de lo conversado en la reunión que se realizó en las oficinas del consultor Guillermo Seita en Retiro, un colaborar estrecho de Schiaretti, manifestaron que la coincidencia es convocar a más gobernadores. Además, creen poder acercar a unos 70 diputados. Esta foto en rigor iba a ser parte de una conferencia pública a la que estaban invitados el tucumano Juan Manzur y el sanjuanino Seregio Uñac, ambos también con aspiraciones presidenciales. Pero ese encuentro se suspendió por la muerte de José Manuel de la Sota.
LA IDEA DE FORMAR UN FRENTE AMPLIO
La estrategia del flamante cuarteto, es incorporar con una matriz frentista a "dirigentes progresistas". En ese sentido, horas antes de la reunión porteña, Urtubey compartió una actividad con el socialista santafesino Miguel Lifschitz, que también tiene aspiraciones presidenciales y viene tejiendo un polo progresista con Margarita Stolbizer, Martín Lousteau y Ricardo Alfonsín. No esta claro como lo sumarían, entre otras cuestiones que todavía están muy abiertas.
También hay que decir que Massa mantuvo reuniones con Victoria Donda y con dirigentes de partidos provinciales como el MPN de Neuquén y el MPF de Tierra del Fuego.
Entre las estrategias se barajó la posibilidad de unificar los bloques de diputados de Argentina Federal y el Frente Renovador de Massa, lo que generaría una bancada interesante y potente. Los mismo que los equipos económicos, que en rigor ya venían funcionando juntos y que integran entre otros, Diego Bossio, Miguel Peirano, Guillermo Michel y Osvaldo Giordano.
Massa cree que Cambiemos le va a dejar con la deuda externa una verdadera bomba de tiempo al próximo gobierno. Está convencido que habrá que renegociar con el FMI para no condenar al país a otro ciclo de decadencia. El tigrense ya está trabajando con su equipo económico, con el que analizó la situación actual y consideró que fue "un error grave" haber acordado un préstamo con el Fondo Monetario Internacional.
Massa empezó a mostrar sus cartas. Señaló como salida cambiar el rumbo económico por uno que ponga eje en el trabajo y en la exportación de bienes argentinos y no tanto en pedir plata prestada. Con el trabajan en búsqueda de una propuesta seductora, los economistas José Ignacio de Mendiguren, Marco Lavagna, y Aldo Pignanelli, entre otros. "Cuando vas al FMI es como ir al prestamista del barrio. Vas al usurero", señala Massa.
"Hay que poner el eje en la educación pública, en el trabajo y la producción, no pidiendo prestado. Mucha gente apostó por el cambio y el cambio fue para muy pocos, para los dueños de los servicios de luz y de gas, los que ganan con la especulación financiera", insiste por estas horas.
UN ACUERDO ECONOMICO Y SOCIAL COMO BRUJULA
Massa está convencido que si se le da la responsabilidad de gobernar la Argentina, no dudaría en llamar a un acuerdo económico y social. Cree que la única salida es sentar en la mesa a sindicatos, empresarios, trabajadores, credos, organizaciones sociales y fijar políticas de Estado a largo plazo, con un compromiso firmado por todos los actores de la vida nacional.
Por el momento, estos cuatro dirigentes han acordado que cada uno seguirá trabajando por separado en su pre candidatura pero bajo el mismo techo. Cuando las elecciones estén más cerca resolverán si compiten en una PASO o si forjan una fórmula que represente a todo el espacio. En definitiva, confían que el formato se ordenará de acuerdo con los números que arrojen las encuestas y el crecimiento que cada uno de ellos tenga hasta el momento en que deban presentar las listas.
Pero el camino de este joven espacio, tiene en Cristina Kirchner un duro escollo. La ex presidenta hoy concentra bajo su liderazgo una robusta fuerza electoral que crece a la luz de la malaria económica que reparte el proyecto del oficialismo. Además está avanzando en sus propios diálogos con gobernadores y otros dirigentes.
Ante el periodismo, los cuatro que se reunieron el jueves pasado seguramente descartarán de plano acuerdos con ese sector. Pero para ello primero tienen que sumar poder de fuego. Es fundamental llegar al final de la travesía electoral a una negociación con la ex presidenta que debería implicar que ella no compita por otro mandato, pero sume su fuerza y sea parte de un próximo esquema de poder. Caso contrario podrían volver a servirle en bandeja el triunfo al macrismo.
Cristina por ahora es un signo de interrogación. Todavía no definió si será candidata a presidenta y no es un tema menor el costo personal y familiar. "Entramos cuatro a Olivos y salimos tres", es la frase durísima que suelta su hijo en la intimidad, cuando analiza el tremendo desgaste que sería volver a dar una pelea por la Presidencia. Pero mientras esa decisión va madurando, CFK empieza a definir el mapa de cercanía de sus relaciones en el peronismo.
De los presidenciables, Juan Manuel Urtubey se ubica en el extremo más frío. Imposible pensar hoy en un acercamiento. El sanjuanino Sergio Uñac genera desconfianza. A la ex presidenta le cuesta precisar su posicionamiento político y programático, aunque reconoce que no ha sido agresivo.
MASSA LOGRA MAYOR PROXIMIDAD CON CFK
La Cámpora y la propia Cristina mantienen además un cariño especial por José Luis Gioja, aliado en tensión del actual gobernador sanjuanino. El tucumano Juan Manzur hoy es visto en la oposición interna, muy cerca de Miguel Pichetto. En La Cámpora se cuidan de aclarar que no tuvieron nada que ver con el escrache que sufrió el senador en su primera incursión en el Conurbano, cuando estuvo en Quilmes. "Nosotros sabemos que los escraches son horribles porque le pasó a Axel en el Buquebús, no compartimos esas prácticas", afirman.
Pichetto es reconocido como el jugador que más cintura tiene en la dinámica del Congreso y la Justicia "en profundidad". Hay quienes señalan que sería "un dos ideal" en cualquier fórmula.
El cuarteto de presidenciables peronistas hoy alejados del kirchnerismo, lo cierra Sergio Massa. El líder del Frente Renovador es el que menos recelo genera en el núcleo duro de Cristina. Lo ven como un dirigente con conocimiento real del manejo del Estado y en todo caso le achacan cierta volatilidad en sus compromisos políticos.
La relación de Massa con los intendentes del Conurbano que hoy están bajo el paraguas de la ex presidenta es fluida y cotidiana. Hasta dirigentes muy cercanas a Cristina como Verónica Magario, lo visitan regularmente.
El cordobés Juan Schiaretti es un político que la ex presidenta respeta, pero tiene clarísimo que tienen en la cabeza dos países muy distintos. Así como también reconoce la gestión y el manejo político de Gerardo Zamora, Gildo Insfrán y los hermanos Rodríguez Saá.
Lo curioso es que en el entorno de Cristina, las candidaturas presidenciales de Agustín Rossi y Axel Kicillof, parecen más un dispositivo para entretener o ceder en una negociación futura, que un proyecto real. Lo cierto es que si el peronismo no pone énfasis para reconquistar el conurbano con una figura de peso que doblegue a María Eugenia Vidal, no hay proyecto de poder posible.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Su correo electrónico es jorgejoury@gmail.com. Si querés consultar su blogs, podés dirigirte al sitio: Jorge Joury De Tapas.

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