El proyecto propone medidas para incentivar la inversión empresaria al establecer la rebaja en las alícuotas del 35% al 25% para las empresas que reinviertan sus ganancias, gravar la renta financiera y reducir las cargas patronales en un plazo de cuatro años.

Con 146 votos a favor, 77 en contra y 18 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó y giró al Senado el proyecto de reforma tributaria impulsado por el Poder Ejecutivo.

El proyecto contempla una disminución de ganancias para las empresas que reinviertan sus dividendos, grava la renta financiera, y disminuye en forma gradual los aportes patronales, con el fin de poder disminuir la presión tributaria de manera gradual en un plazo de cinco años.

Este proyecto forma parte del paquete de iniciativas económicas impulsadas entre el gobierno y los mandatarios provinciales, que está integrado por el Pacto Fiscal, el consenso fiscal, el Presupuesto 2018 y la reforma provisional.

Otro eje del proyecto es la exención del impuesto a las Ganancias para los inversores no residentes, salvo en el caso de Lebacs.
Un cambio significativo fue rebajar a la mitad el IVA de los pollos, cerdos, y conejos, con el fin de permitir que bajen los precios de esos productos alimenticios de neto corte proteico y que son clave de la canasta familiar. y tambien incluir en la devolución del Iva hasta 300 pesos para las empleadas de casas particulares.

Durante la sesión, el diputado del interbloque Cambiemos, Luciano Laspina, calificó a la nueva norma como “la reforma más ambiciosa, profunda e integral que se ha realizado en los últimos años” y advirtió que los principales objetivos de la misma son “incentivar la inversión, formalizar el mercado laboral, mejorar la competitividad, mejorar la equidad del sistema tributario y luchar contra la evasión”.

Por su parte, Axel Kicillof del Frente para la Victoria criticó la iniciativa al considerarla una “reforma neoliberal” que “le perdona impuestos a los que más tienen e intenta pasar esa carga tributaria a los consumidores”. El kirchnerista propuso además eximir de impuestos a la producción de cervezas artesanales y discutir los gravámenes sobre bebidas espirituosas y la producción electrónica de Tierra del Fuego.

A su vez, Marco Lavagna de la bancada Federal Unidos por una Nueva Argentina si bien valoró que “la reforma tributaria hace avances en la incorporación de algunos fallos y regulaciones de la AFIP y trae algún grado de claridad”, entendió que “no cambia la matriz impositiva de Argentina: no elimina impuestos, se crean algunos nuevos en los que coincidimos como la renta financiera”.

Por su parte el presidente del interbloque Cambiemos, Mario Negri, afirmó que “esta ley va acompañada del Pacto Fiscal que se firmó hace unas semanas porque vence el del '93. Esto significa modificar la estructura impositiva degradada, como por ejemplo cambiando el impuesto a las Ganancias o el del Cheque”.
Desde el kirchnerismo, el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, aseguró que “el mundo internacional que tiene Mauricio Macri es el mismo que tenía Cristina Fernández de Kirchner, pero a diferencia de este gobierno tomamos una serie de medidas destinados a fortalecer el mercado interno” .
Por su parte, la presidente del bloque del Frente Renovador, Graciela Camaño reconoció que “se trabajó muchísimo, estamos de acuerdo, pero en cuestiones particulares en desacuerdo y tenemos un dictamen propio. Por eso, pedimos abstenernos de votar el dictamen de mayoría”.