Así lo afirmó el director del Área de Economía del IAE Business School de la Universidad Austral, Eduardo Luis Fracchia.

El director del Área de Economía del IAE Business School de la Universidad Austral, Eduardo Luis Fracchia, El ajuste de metas es razonable porque estaba muy forzado el sistema debido a que pensar que “íbamos a tener una inflación del 12%, cuando el consenso de los economistas es el 16,5%, para el año que viene era muy exagerado”.

“En esta conferencia de prensa hemos podido ver la integridad del equipo económico del que si bien se sabe que no hay fisuras siempre es bueno verlos juntos, dado que el país no tiene un súper ministro de economía”.

“A grandes rasgos, la novedad es el cambio de metas inflacionarias. No cambia para nada la política económica o sea que hay una continuidad como la que siempre se estuvo planteando, en eso insistió mucho el jefe de Gabinete, Marcos Peña”.

Parece coherente y razonable poner metas que sean más asequibles y más lógicas, que ordenen al objetivo que tienen en el sistema de metas de inflación que es modelar expectativas e ir formando las expectativas de los agentes, como ocurre en muchos países que han implementado este sistema que es el más común de los bancos centrales”.

“En lo que se refiere a comentarios clásicos, hubo consultas relacionadas con las LEBAC. En ese sentido, fue interesante el comentario del presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, de que “hay que mirar las reservas”.

Dijo que las reservas han crecido mucho, por lo tanto, no hay que sobredimensionar el peligro potencial de las LEBAC, sino que hay que ver la contrapartida que tienen que son las reservas que están en el Banco Central, que se compraron U$s 30.000 millones”.

“Al respecto de la inflación, también señaló el presidente del BCRA que es relevante seguir la llamada núcleo, que excluye movimientos de precios relativos, factores regulatorios y otros elementos, y toma como el área central de la inflación -como la miden muchos países- y ahí se mostró en la curva, claramente, que la inflación núcleo está cediendo de un ritmo del 40% a un orden del 21% anual”.

“En lo que se refiere al dólar, ante la consulta de si su reciente aumento influiría en la inflación, Sturzzenegger insistió con que el tipo de cambio flotante facilita que no haya esa traslación del tipo de cambio a precios y que no había que esperar mayor inflación por esta suba repentina del tipo de cambio de esta última semana”.

“Evidentemente, la inflación es una figurita difícil. El Gobierno, en cierto modo, está reconociendo que no pudo ir al ritmo que inicialmente habían previsto. Están sincerando las metas, pero con una secuencia muy simple de seguir: 15, 10, 5. Del 15% para 2018, 10% para 2019 y, finalmente, 5% de inflación anual para 2020”.

“Si esto se cumpliese sería muy interesante dado que desaparece el impuesto inflacionario y la Argentina deja de considerar a la inflación como un ingreso más no legislado pero real, como lo es el impuesto inflacionario”.

Respecto a la deuda, el ministro de Finanzas, Luis Caputo, comentó que ésta crecerá hasta el 2021 y que, a partir de ese año, se amesetaría. También sostuvo que ahora se están tomando tasas muy bajas de interés para esta deuda, lo cual es positivo. Al mismo tiempo aclaró que esa deuda va a infraestructura y gasto social, o sea que tiene un uso genuino e interesante”.

“Caputo también insistió en que no hay que mirar tanto la tasa de LEBAC, sino más la tasa de riesgo país que hace referencia a cómo nos miran de afuera. Esa es la tasa más relevante para mostrar que el sendero es positivo”.

En definitiva, agregó que fue una conferencia de prensa en la que no hubo mayores novedades salvo por este ajuste a las metas y sinceramiento, unidad del equipo y convicción de seguir trabajando en temas de inflación. Y, si bien no se habló específicamente, también hubo una convicción de llegar a las metas fiscales que se vienen cumpliendo este año y se van a ir dando, según el Gobierno a futuro: esencialmente, bajar 1% el PBI por año en lo que se refiere al déficit primario”.

“Evidentemente, esta es una cuestión muy relevante porque la crítica que se le viene haciendo durante estos dos años al Gobierno es que está trabajando por el lado monetario pero le cuesta trabajar por el lado fiscal y de reducción de gasto público, por lo que la inflación no logra bajar mucho más”, sostuvo el economista.

“Se alinearon los planetas en el sentido de que se debe seguir trabajando en la línea fiscal de conducta más austera en lo que se refiere a déficit”.

“Habrá muchos análisis y puntos a discutir sobre esta conferencia de prensa. Por mi parte, tengo la impresión de que confirma la dirección del Gobierno que hasta ahora ha sido correcta pero quizás genera ansiedad al no tener estas metas más rápido”.