*Por Jorge Joury

En medio del malhumor social por la marcha de la economía y un peronismo cada vez más encolumnado, en la gobernación existe enorme preocupación por los números que están arrojando las encuestas. Las últimas mediciones que realiza la Casa Rosada sobre las perspectivas electorales acercan un número muy preocupante para el Gobierno. Si la votación fuera hoy, el oficialismo perdería la provincia de Buenos Aires por unos 10 puntos. El dato encuentra justificación en que en el conurbano bonaerense es dónde se concentran los mayores bolsones de pobreza. Además, María Eugenia Vidal tuvo su peor semana. La perturbó notoriamente el gigantesco apagón de la empresa Edelap en la zona Norte de Plata, que afectó a más de 20 mil vecinos y arrojó pérdidas estimadas en más de 1.100 millones de pesos. La explosión de un cable de 132 mil voltios no hizo otra cosa que desnudar la falta de controles por parte de los organismos del Estado y la carencia también de inversiones. Hay que destacar que Edelap tenía suficiente billetera como para mejorar la calidad del servicio y evidentemente no lo hizo. Obtuvo ganancias por el 670% en 2018. Tiene que ver con que desde 2016, la gobernadora le concedió tarifazos por el 3.600%. Pero tanto ella, como el intendente de La Plata, Julio Garro, resultaron los principales heridos por las esquirlas de la situación social que se generó y que le dio armas a la oposición para disparar con munición gruesa contra el oficialismo. A pesar de que la gobernadora logró un importante resarcimiento para los pobladores, no alcanza para cauterizar las heridas que provocaron los días de caos familiar y el miedo a los saqueos. Edelap presentó los balances referidos a 2018. Ganó 2528 millones de pesos en 12 meses, cifra récord. ¿No tenía la plata suficiente para invertir?

Otra mala señal que impactó en los umbrales de la residencia de la calle 6, es que se agravó la desigualdad en el primer trimestre y la brecha de ingresos entre el decil más rico y el más pobre de la población se amplió de 20 a 21 veces en un año. Son datos oficiales del Indec y una fiel muestra de que la crisis no golpeó a todos por igual. En base a este informe y a otros datos oficiales, dos mediciones privadas calcularon que la pobreza se disparó al 35% en el "semestre móvil" que va desde octubre de 2018 a marzo de 2019, lo que implica que en un año hubo casi 4 millones de nuevos pobres. Así, alcanzó su peor nivel desde 2008.

Vidal sufre los impactos. Y ahora le toca  remar contra viento y marea para despejar la bronca. No obstante, el camino hacia las elecciones de octubre se le presenta espinoso. Allí pondrá en juego 34 bancas. Son 21 en Diputados y 13 en el Senado, que corresponden a los legisladores que ingresaron de la mano de su triunfo en 2015. Necesita al menos mantener ese posicionamiento para hacer frente al peronismo y el massismo en caso de ganar, o para resistir como oposición si pierde. Hay que tener en cuenta que Buenos Aires concentra casi el 40 por ciento del padrón electoral del país y es considerada la madre de todas las batallas. La pelea por el control de la Provincia  se anticipa decisiva para la carrera a la Casa Rosada.

LA VARA MAS ALTA PARA LA CLASE MEDIA BAJA

Las mediciones están señalando que la clase media baja probablemente sea la que defina la inclinación del voto en octubre próximo. Con este cuadro de situación, las primeras espadas de María Eugenia Vidal miran entonces hacia el conurbano. Allí está el nicho del 70% de los votos bonaerenses, que se identifican en su mayoría con ese segmento de votantes notoriamente castigados por la inflación, los tarifazos y la falta de empleo.

Aunque se entusiasman con estas señales, en el PJ no se golpean el pecho. Reconocen que no hay que descuidarse, ya que en el PRO tienen destreza para jugar a fondo en los procesos electorales. No obstante, esta vez la cuestión económica pesa fuerte y pone al oficialismo contra las cuerdas. Para revertir ese estigma,  Vidal se ha propuesto salir a mostrar las obras que se hicieron en los diferentes distritos, ya sea cloacas, agua y pavimento y que en la gestión anterior brillaban por su ausencia. Pero el camino no es fácil. Además la gobernadora deberá comer votos de los intendentes, aprovechando algunas inquinas que genera la candidatura a gobernador de Axel Kicillof y el botín que logró La Cámpora en las listas.

LA BRONCA DE LOS INTENDENTES

La bronca es especialmente marcada en la primera sección electoral, donde un grupo de alcaldes sienten que no están debidamente representados en las nóminas ya que los lugares vacantes que dejó La Cámpora debieron ser cedidos a favor de las aspiraciones de Sergio Massa. El malestar fue confirmado por tres intendentes peronistas que, por ahora, se niegan a quejarse en voz alta a la espera de que se les "pague" por su desplazamiento en función del acuerdo con el Frente Renovador y La Cámpora. También manifestó su molestia un representante del PJ provincial, que instó a "limar las diferencias coyunturales" que dejó el cierre de listas. A cambio de ceder espacios en las nóminas de legisladores los alcaldes esperan tener cabida en un futuro gabinete nacional o provincial.

"Quedaron muy calientes", admitió uno de los hombres de peso que actúa como vocero de los jefes comunales. Los alcaldes tendrán representantes en solo 9 puestos en las nóminas de legisladores provinciales. Pero dos de esos intendentes llegarán en representación del massismo.

PREOCUPA EL AVANCE DEL KICILLOF

Mientras tanto, a  los operadores de Vidal les preocupa el crecimiento de Axel Kicillof, que está muy instalado en la opinión pública bonaerense. No hay que olvidar que el ex ministro de Economía viene sembrando desde hace tiempo. En tres años hizo 113 actos en 91 municipios. Con dos parlantes, un equipo de mate y un Renault Clío modelo 2011, ya lleva recorridos 50 mil kilómetros en un vehículo al que denominan "Kicimóvil".

A la gobernadora además le preocupa el precio que pagará por el enorme apagón en la zona norte de La Plata que comenzó el sábado de la otra semana por la noche . Allí Edelap quedó en el ojo de la tormenta tras los cuatro días de caos, miedo, tensiones y piquetes que desnudaron la falta de inversiones por parte de la empresa y la ausencia de controles del gobierno de María Eugenia Vidal. Eso fue aprovechado por la oposición, que puso toda la artillería sobre ella y el intendente Julio Garro.

DOS VISIONES SOBRE EL FUTURO ELECTORAL

Mientras tanto,  otro dato a tener en cuenta es que el leve repunte del presidente Mauricio Macri en las encuestas no logra entusiasmar a la gobernadora, que en esta campaña electoral tiene como principal mandato potenciar las chances de su jefe político. A diferencia del optimismo que reina por Balcarce 50, en el gobierno provincial ponen en duda el triunfo del frente Juntos por el Cambio en las elecciones próximas, tanto en la provincia de Buenos Aires como a nivel nacional. No hay que olvidar que Vidal disputará la madre de las batallas, donde la elección se define por un voto y no hay segunda vuelta. En caso de perder dejaría a Macri nocaut.

Una de las coincidencias centrales entre los operadores de ambos gobiernos en el terreno electoral es que el postulante a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, es un "mal candidato". Sostienen que aún cuando en casi todos los sondeos aparece por arriba del jefe de Estado, sin embargo las opiniones están más repartidas respecto a la figura del ex ministro de Economía Axel Kicillof. En La Plata son más respetuosos por Kicillof. Lo califican como alguien "inteligente, con formación, trabajo, una foja limpia sin denuncias por corrupción y con llegada a la gente mediante un mensaje que cautiva. Subrayan que es poco querido por los intendentes peronistas" y le sugieren a Vidal trabajar por ese camino, En cambio, por el lado de Durán Barba aseguran que "María Eugenia no tiene de qué preocuparse, tiene en frente a un candidato de poca cuerda y encima vinculado a La Cámpora.

EL TEMOR AL VOTO ANTIMACRI

Luego de tres años y medio de gestión, en Balcarce 50 consideran que Vidal está mucho mejor posicionada que en el 2015, donde pocos la conocían. Aseguran que ahora es la dirigente con mejor imagen positiva del país, tiene una buena gestión sin mayores sobresaltos, ha logrado poner a los intendentes de su lado  y cuenta con el control del Estado y los recursos.

Es distinto el análisis que hacen las primeras espadas de la residencia de la calle 6 en La Plata. Si bien es cierto que admiten que Vidal mantiene una alta imagen positiva, entre el 38 y el 40%, pero sostienen que es una incógnita si conseguirá sumarle votos a Macri en el principal distrito del país. O, por el contrario, el temor máqximo es que el presidente la arrastrará a ella a la derrota.

Mientras tanto, Vidal es una jugadora fiel y continuará compartiendo actos con Macri. Hoy por hoy todas las miradas están puestas en las PASO. "Una cosa es si tenemos una diferencia de 3 o 4 puntos, algo que es remontable. Pero otra muy distinta es si esa diferencia es de 7 u 8 puntos", advierten desde el oficialismo bonaerense sacando cuentas.

RADIOGRAFIA DE UNA ELECCION ATIPICA

Algo de eso pensaron Vidal y su jefe de Gabinete, Federico Salvai, cuando se dispusieron a armar las listas de diputados de la provincia, lo que generó cierto malestar en la llamada "ala política" del Gobierno nacional, después de que el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se quedaron casi sin lugares. Según una fuente del Gobierno provincial, "Mariu puso a gente de su plena confianza, teniendo en cuenta que está latente la posibilidad de ir hacia un escenario en el que el oficialismo pierda". Tampoco está la candidatura de Aníbal Fernández, que generó en el 2015 un fenomenal corte de boleta que llevó a Vidal al sillón de Dardo Rocha.

En este escenario, la gobernadora teme quedar a la intemperie. Hoy las dudas son muchas.¿Pesará el voto bolsillo. O el Gobierno podrá imponer el voto transparencia y antimafia, como pretendió instalar Macri en Rosario, cuando disparó a la cabeza del camionero Hugo Moyano?. Nos encontramos frente a una elección polarizada entre espacios de identidades líquidas y aglutinamientos por conveniencia o rechazo al otro. Los politólogos coinciden en que habrá una decisión basada en emociones, llámese enojo, odio, decepción y miedo. Ante tantas inconsistencias, vaticinan que no será esta la elección de la coherencia sino la del descarte. El telón se ha levantado. Ahora habrá que ver de aquí a octubre, el menú qué tienen los actores para mostrar.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Para consultar su blogs, dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapas.