Con la ratificación de la fecha límite para el próximo viernes 8 de mayo para la adhesión a la propuesta oficial de pago a los acreedores externos, el Gobierno reforzó su estrategia y sumó el apoyo de académicos y referentes internacionales en el proceso de renegociación de la deuda.

En una carta abierta con más de un centenar de firmas, entre las que se destacan los ganadores de premio nobel, Joseph Sitglitz, Edmund Phelps, Carmen Reinhart, Thomas Piketty y Jeffrey Sachs, se pone de manifiesto que "en el contexto de emergencia global por coronavirus, Argentina encabeza un proceso de reestructuración de manera constructiva, de buena fe y con el apoyo de todos sectores políticos nacionales", mientras que resalta el pronunciamiento del Fondo Monetario Internacional ( FMI) al calificar a los pasivos locales de "insostenibles".

"La crisis de covid-19 se agudizó; el FMI concluyó que la deuda pública de Argentina es"Insostenible". Por lo tanto, existe un consenso en que la deuda es inasequible, con pagos de intereses, mientras que el costo de la refinanciación ha llegar a ser excesivamente alto", indica el documento dado a conocer este miércoles.

Además, el pronunciamiento insta a una renegociación que aglutine "el compromiso de todas las partes", y califica la propuesta diseñada por el equipo de Martín Guzmán como "una oferta responsable que refleja adecuadamente la capacidad de pago del país".

"Los acreedores privados de Argentina serán necesarios para restablecer la sostenibilidad de la deuda  Esta es la única forma de combatir la pandemia y establecer la economía en un camino sostenible. Antes de la crisis, el Banco Mundial ponía la pobreza urbana en Argentina en 35.5%, y pobreza infantil en 52.3%. La ONU ahora ve que el impacto del shock en el país entre los peores en su región, con el FMI proyectando una contracción de 5.7% en 2020", manifiesta el texto de 7 carillas.

"Creemos que un acuerdo sostenible beneficia a ambas partes: una nación soberana en lucha con 45 millones de personas y los propios acreedores. Ahora es el momento para que actúen los acreedores privados, de buena fe.

Una resolución responsable sentará un precedente positivo, no solo para Argentina, sino también para el sistema financiero internacional en su conjunto", concluye.