La peor postal del ajuste del gobierno bonaerense en materia de salud se vive en el hospital “Arturo Oñativia” de Rafael Calzada, donde asisten miles de pacientes ha debido interrumpir la atención por las inundaciones constantes de residuos cloacales (foto). En sus consultorios externos, se atienden más de 14 mil personas por mes. Sin embargo, el estado de deterioro y abandono del edificio impide su normal funcionamiento y pone en riesgo infectológico a pacientes y personal.


El punto más crítico se vivió en los últimos días cuando un caño de desagüe cloacal se rompió e inundó una de las zonas de atención. A raíz de esta situación, los médicos tuvieron que dejar de atender por los altos niveles de contaminación que se expandió en el sector.
Los trabajadores del centro de salud relataron que la inundación también dañó las historias clínicas. Como si este hecho fuera poco, los radiadores estallaron en los últimos meses y el Hospital no cuenta con calefacción.
Las denuncias por la situación del Oñativia no son nuevas. El gremio de los profesionales y trabajadores enrolados en la CICOP recordaron que desde octubre del año pasado vienen denunciando y reclamando por las condiciones de insalubridad en su espacio de trabajo. “No tuvimos respuesta a nuestro reclamo. La Dirección del Hospital no hace nada” sostuvieron.
En reiteradas ocasiones, la gobernadora María Eugenia Vidal dejó en claro que durante su gestión no se “iban a construir hospitales nuevos. En línea con las declaraciones de Vidal, el gobierno frenó la construcción de seis hospitales de alta complejidad en la Provincia que estaban casi terminados y dejó sin atención a más de un millón de personas.
Sin embargo, el ajuste en la salud también alcanza a los centros de salud que actualmente se encuentran en funcionamiento, como es el caso del Oñativia de Almirante Brown.