Lo dijo al recibir a los participantes en la Sesión plenaria del Pontificio Consejo de los Textos Legislativos.

“La pena canónica tiene siempre un significado pastoral y persigue no sólo una función de respeto de la orden, sino también de reparación y sobre todo de bien del propio culpable”, afirmó Francisco.

En su discurso el pontífice hizo referencia en primer lugar al trabajo al que se abocó esta Asamblea plenaria, revisar el borrador del Libro VI del Código de Derecho Canónico.

El papa insistió en que la pena canónica “representa un medio positivo para la realización del Reino, para reconstruir la justicia en la comunidad de fieles, llamados a una personal y común santificación”, concluyó.