Por la timba financiera, la corrida cambiaria y la consecuente devaluación, las ganancias de los bancos se potenciaron.

Según un informe publicado ayer por el Central Banco Central, el resultado total mensual de las entidades financieras dio $30.516 millones, casi $10.000 millones más que en julio y que el mismo mes de 2018.

De esta forma, en el último año embolsaron $234.026 millones. Además, en los primeros ocho meses de 2019 duplicaron sus utilidades al acumular $180.118 millones contra los $90.518 millones del mismo período del año pasado.

Si el esquema monetario de emisión 0% diseñado por el FMI e implementado por la gestión de Guido Sandleris tuvo como grandes ganadores a los bancos a partir del usufructo de la jugosa tasa de las Letras de Liquidez (Leliq), el salto cambiario post PASO los dejó aún mejor parados. Es que en el octavo mes las entidades vieron más que triplicarse el margen financiero por diferencia de cotización de sus activos, que pasó de $5.297 millones en julio a $16.941 millones en agosto.

Ese beneficio extra ligado a la devaluación fue parcialmente contrarrestado por menores resultados por títulos valores, que bajaron de $73.036 millones a $69.409 millones de un mes a otro.

Esto se explica porque los bancos redujeron en agosto su exposición a Leliq, a raíz del desarme de depósitos a plazos fijos (ver aparte), y el aumento de la relevancia de los pases con el Central, un instrumento a sólo un día de plazo (las Leliq son a una semana) que les daba una capacidad de respuesta mayor para devolverle los pesos a los ahorristas que iban a retirarlos.

Así, las primas por pases se multiplicaron por doce, al dispararse de $236 millones en julio a $2.895 millones en agosto.

De cualquier manera, las Leliq, el instrumento elegido por la autoridad monetaria para ajustar la cantidad de dinero circulante mediante el pago de una tasa que llegó a superar el 85% nominal anual, fueron la principal fuente de ingresos de las entidades financieras a lo largo de los últimos doce meses. Durante ese año, el resultado por tenencia de títulos valores les dejó más de $700.000 millones.

La contracara fue la asfixia a una economía real sumida en la recesión que la supertasa generó, a través del desplome del crédito productivo en términos reales de entre 30% y 40% interanual según el tipo de instrumento y del 36,7% en los préstamos personales.

Por otra parte, el informe del BCRA reveló que la morosidad se mantuvo en el nivel más alto desde 2005. La irregularidad en el crédito se ubicó en 4,7% la misma cifra que el mes anterior, cuando había experimentado un importante incremento.

La autoridad monetaria explicó que la mora fue similar en el segmento de financiamiento a empresas y a familias ante las dificultades para cumplir con los pagos derivadas de la supertasa y la caída del poder adquisitivo.

"La mora de los créditos hipotecarios a los hogares siguió en niveles bajos: 0,46% para los denominados en UVA y 0,79% para los restantes", remarcó, por otra parte, la publicación.

Además, la entidad informó que los depósitos en pesos del sector privado se redujeron 4,7% en agosto en términos reales y un 1% nominal. Mientras que los depósitos en dólares disminuyeron 17,3% con respecto a julio, ante el recrudecimiento de la corrida cambiaria y su transformación en corrida bancaria.