LA PLATA.- (De la corresponsalìa de AGENHOY).- Sergio Massa logró un paso estratégico en la geografía polìtica bonaerense. Como garante del acuerdo de gobernabilidad con Cambiemos, además de quedarse con la presidencia de la Cámara de Diputados bonaerense, consiguió colocar representantes de su sector en varios directorios, entre ellos, los del Banco Provincia y ahora puso una pata clave en el Senado.

El Senado se mostraba “indemne” a ese avance massista, pero la necesidad de la administración de María Eugenia Vidal de conseguir la ley de emergencia administrativa, permitió la llegada del Frente Rennovador al esquema de gobierno de la Cámara alta.

Fuentes parlamentarias confiaron que, para conseguir los votos del Frente Renovador, el vicegobernador Daniel Salvador debió ceder la secretaría de Relaciones Institucionales que en principio tenía reservada para un histórico dirigente del radicalismo.

Luego de ese acuerdo, se destrabó la votación de esa normativa que Vidal reclamaba con insistencia y que se terminó aprobando el miércoles por la noche en el Senado.

Massa pulseó, sin éxito, por quedarse con la estratégica comisión deAsuntos Constitucionales, una herramienta clave para el tratamiento del pliego de jueces y fiscales que envía el Ejecutivo. Como alternativa, propuso armar una segunda comisión y dividir así, el trabajo de análisis y vía libre para esas postulaciones.

En ambos casos, Cambiemos se negó. Cuentan que el ministro de Gobierno, Federico Salvai, puso el grito en el cielo. En el Ejecutivo no quieren saber nada con dejarle a Massa el rol de mostrarse como gestor de designaciones en el Poder Judicial.

La tensión siguió en aumento y el Senado, donde el oficialismo carece de mayoría, vio como se caían las sesiones sin que la emergencia administrativa viera la luz. Finalmente, llegó la salida.

Según se supo, de la reunión participaron los massistas Jorge Sarghini y el presidente del bloque de senadores Jorge D' Onofrio, Salvador y el diputado vidalista Manuel Mosca. Allí se convino darle al massismo la secretaría, un ámbito institucional que supo crear el ex vicegobernador Gabriel Mariotto.

Cambiemos buscó así destrabar la ley y no involucrar directamente al Ejecutivo. De hecho, se abstuvo de participar Salvai. Tampoco fue el presidente del bloque de Cambiemos en el Senado, Roberto Costa. Ambos, apuntados por fuentes massistas de presuntamente ir en busca de un acuerdo de gobernabilidad, pero con sectores del peronismo.

Y la negociación que terminó con el massismo a cargo de la tercera secretaría del Senado (las otras son la Administrativa y la Legislativa), allanó el camino para que el Frente Renovador aprobara la ley.

En fuentes oficiales se asegura que ese proyecto, que terminará refrendando la semana que viene la Cámara de Diputados, es el último eslabón del acuerdo global que anudaron Vidal y Massa allá por diciembre cuando, sin mayoría propia, el gobierno de Cambiemos buscó el apoyo parlamentario del Frente Renovador.

Legisladores con fuerte llegada al Ejecutivo dicen que tras la sanción de esta norma, la Gobernadora no requerirá de ningún tema de fuste de acá a fin de año. Dicho de otro modo, hasta que el Ejecutivo presente el proyecto de Presupuesto para el año que viene y la ley Impositiva.

No obstante, hay un tema que aparecerá más temprano que tarde en la escena parlamentaria: la modificación a la ley que estableció el boleto estudiantil gratuito que impulsa Cambiemos. Y allí se verá qué apoyos consigue Cambiemos para ir por esa reforma.