El Coordinador del Grupo AgenHoy, Roberto Zarlenga, le realizó una entrevista a Daniel Cravacuore, Presidente de FINDEL para conocer su evaluación de la política municipal del gobierno saliente.

R.Z: ¿Qué evaluación le merece la gestión del presidente Mauricio Macri en materia municipal?

D.C: El presidente Macri asumió en 2015 sin una política municipal; de hecho, hasta entonces, su partido, el PRO, sólo gobernaba en un municipio. Por ellos sus iniciativas se limitaron a la nacionalización de políticas que se habían desarrollado en el gobierno porteño: la modernización administrativa con uso amplio de la tecnología; la política de emprendedorismo; y en materia de transporte público, el Metrobús. Sin embargo, estas políticas no eran las adecuadas (y los propios resultados lo demuestran) para la diversidad de municipios del país, tan distintos a la Ciudad de Buenos Aires.

Sin embargo, en el balance de cuatro años en materia municipal, el saldo es negativo. En estos cuatro años desapareció la Secretaría de Asuntos Municipales, desjerarquizándose el tema municipal en la agenda nacional. Más allá que fue reemplazada por una Subsecretaría de Relaciones Municipales, con el mismo personal, mostro la concepción poco municipalista del gobierno saliente. Sin embargo, hubo muchas otras medidas que perjudicaron a los municipios, como la repentina eliminación del Fondo Federal Solidario, un instrumento de coparticipación directa.

R.Z: ¿Cómo analiza el manejo de las transferencias de recursos a los municipios?

D.C: La eliminación del Fondo Federal Solidario coparticipaba a los municipios parte de lo recaudado por las retenciones a las exportaciones de soja. Tenía una gran ventaja, dado que se canalizaba de manera automática a las provincias y de estas a los municipios, sin interferencias políticas. Esto era importante porque en estos cuatros años se profundizó la discrecionalidad de fondos en favor de los gobiernos locales del oficialismo nacional. También hubo muchas políticas nacionales de infraestructura que se hicieron sin contar con el acuerdo de los gobiernos locales, reflejando el centralismo de las autoridades no del Ministerio del Interior sino de muchos ministerios.

R.Z: Respecto a la autonomía municipal ¿hubo avances?

D.C: Lamentablemente no. Si bien no es materia propia del gobierno nacional, en el diseño del Consenso Fiscal de 2017 se buscó avanzar sobre la autonomía municipal: la propuesta creación del organismo federal de fijación del valor de los inmuebles y la homogeneización de la base imponible del impuesto inmobiliario iban en esta dirección, aunque por la propia crisis desatada en 2018 nada de eso pudo hacerse. En las provincias sí se vivieron situaciones penosas y muchas de ellas continúan hasta la fecha. Como le decía, si bien no es materia propia del gobierno nacional, hubiera de esperarse de cualquier gobierno nacional una defensa más férrea del artículo 123 de la Constitución Nacional.

R.Z: ¿Qué otros problemas hubo en materia municipal?

D.C: La total desconexión entre las iniciativas como el Ranking Nacional de Municipios o el Premio Nacional a la Calidad Municipal fue penosa, porque si bien es loable premiar a los gobiernos locales -como la hace el Honorable Senado de la Nación desde 2002- la multiplicidad de iniciativas conspira contra ello. Inclusive resulta sorprendente que ha habido mucho más éxito en los premios motorizados desde el Ejecutivo nacional de los municipios gobernados por el mismo oficialismo

Quiero destacar la pérdida de los vínculos entre las autoridades del área y los académicos vinculados al tema, que en etapas pasadas habían dado excelentes estudios: trabajo en estos temas desde hace más de un cuarto de siglo y fue la primera vez que los que nos dedicamos a estos temas no fuimos convocados. No quiero involucrar en ello al responsable del área en el Ministerio del Interior, que toleró caballerosamente las críticas -incluyendo su oferta para que escribiera un capítulo en un libro que él compiló y que contempla muchas de mis opiniones que le estoy dando-, entendiendo que eran de buena fe, pero institucionalmente fue una pérdida.

R.Z: De estos 4 años ¿Hay alguna política que considere sea importante continuar?

Quien sea el nuevo responsable del área municipal del gobierno nacional debe desarrollar las políticas en favor de los municipios de todo el país, no de sus intereses partidarios o aún personales. El sistema municipal argentino ha quedado bloqueado y si bien las posibilidades desde el Gobierno Nacional son limitadas -porque no olvidemos que el régimen municipal depende de cada provincia- existen muchas cosas que pueden hacerse. Desde FINDEL hemos dado debates que han estado ausentes: el apoyo a las autonomías municipales, la necesidad de modernizar las leyes de municipalidades, el favorecimiento de la modernización municipal conociendo la diversidad de situaciones, la profundización de la paridad en las gestiones municipales, el desarrollo de agendas más potentes en materia de inclusión social, todos temas ausentes en estos cuatro años. Ojalá que el presidente Fernández en su propuesta de un Nuevo Contrato Social incluya el apoyo a las comunidades locales, en especial a aquellas que concentran a los más excluidos.