En términos mensuales desestacionalizados la inversión descendió -8,0%, cerrando el segundo trimestre del año en retroceso, un informe del Instituto de Economía y Trabajo de la Fundación Abdala.

En junio la economía creció un 0,5% respecto del mismo mes de 2017, con lo que la actividad continúa con la marcada desaceleración que se inició el mes pasado y comienza a impactar de manera plena la crisis cambiaria.
El cierre del segundo trimestre del año arrojó un crecimiento de 2,7%, casi la mitad del registrado en el trimestre anterior, según el el Indicador Mensual de Inversión (IMI).

La dinámica de junio refleja un escenario ambiguo en los indicadores que comprenden el IMA. Al igual que en el mes pasado los únicos componentes que traccionaron el crecimiento fueron la recaudación de IVA-DGI (12,4%) y el impuesto al cheque (5,7%), mientras que el resto de los componentes entraron en terreno negativo destacándose las cantidades exportadas, las ventas minoristas informadas por la CAME y los despachos de cemento al mercado interno.