El cáncer es "la primera causa de muerte en personas de 40 a 65 años, y en 2014 fue responsable del 19% del total de los fallecimientos", según las resultados de un estudio reciente que hace foco en la región de América Latina, y que también apuntó que el país se ubica por debajo del promedio en gasto público en salud.

Un trabajo realizado en 12 países de la región realizado por The Economist Intelligence Unit, con un grant de investigación otorgado por Roche Latinoamérica, mostró que Argentina tiene importantes desafíos en Planificación Estratégica, principalmente por ser uno de los pocos países que no cuentan con un Plan Nacional de Control del Cáncer (NCCP, por sus siglas en inglés, según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La investigación “Control del cáncer, acceso y desigualdad en América Latina: una historia de luces y sombras” comparó ciertos parámetros que permiten comprender cómo se desempeña cada país en el control integral del cáncer, desde la prevención y la detección temprana hasta el tratamiento y los cuidados paliativos.en la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. A su vez, el equipo de The Economist Intelligence Unit llevó adelante 20 entrevistas en profundidad con los principales referentes del cáncer en la región.

Los resultados del estudio muestran que el país tiene un desempeño relativamente bueno en materia de monitoreo (registros epidemiológicos), y se ubica en el promedio en disponibilidad de tratamientos; radioterapia; y prevención y detección temprana. En cuanto a planeamiento estratégico y financiación, existen muchos aspectos que pueden modificarse para mejorar el control del cáncer.

Respecto al desempeño de la región, “varios países de la región han implementado o reforzado sus Planes Nacionales de Control del Cáncer. Sin embargo, a menudo tales planes no son lo suficientemente abarcativos y tienen financiación insuficiente”, declara Martin Koehring, editor jefe a cargo de Salud Global, Liderazgo de Reflexión, The Economist Intelligence Unit, agregando que: “También se ha progresado en la introducción de registros de cáncer de base poblacional en la región, aunque persisten problemas con la calidad de datos y la cobertura. Otras áreas en las que se puede mejorar incluyen altas tasas de diagnóstico en estadio avanzado, recursos insuficientes para las necesidades vinculadas al cáncer presentes y futuras, sistemas de salud fragmentados e inequidad en el acceso a la atención”.

Los obstáculos en común con la región fueron: la fragmentación de los sistemas de salud, que en Argentina es muy pronunciada (24 jurisdicciones, distintos subsistemas), lo que resulta en una diferente calidad de atención según el sistema al que se pertenece; la carencia de cobertura universal de la salud; la fuerte desproporción entre las áreas urbanas y rurales, y entre las zonas ricas y pobres, con recursos concentrados en las ciudades y las zonas prósperas; y la disparidad tanto en incidencia y mortalidad como en control del cáncer.

Un artículo reciente de la publicación especializada The Lancet coincidió en destacar la disparidad en la calidad de atención del cáncer en la Argentina. Al describir el nivel de acceso y la calidad de atención para 195 países, Argentina tienen un índice de 68/100, pero dicha calificación baja en patologías oncológicas. Para cáncer de piel no melanoma es de 57; para leucemia, 50 y para cáncer de testículo, 31, lo que muestra la heterogeneidad en el acceso a la atención de calidad.

En lo que respecta al gasto en salud, el estudio de The Economist Intelligence Unit arrojó que, en Argentina, el porcentaje de PBI en gasto público en salud fue de 2,7% en 2014, por debajo del promedio regional de 4,5%, y lejos de la que realizan los países de ingresos altos (la media en los países desarrollados es de 7,42%).

El informe sumó destacó también el gasto público en el área. Al respecto se encontró que "la Argentina realiza una inversión importante en medicamentos, pero en forma ineficiente: a nivel nacional hay dos organismos que administran la compra y la entrega de la medicación oncológica, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Desarrollo Social".

Esto genera que los pacientes tengan que trasladarse físicamente a grandes distancias y realizar numerosos trámites en diferentes organismos sólo para solicitar la medicación. Esto lleva a que, en el sector público, una persona que recibe su diagnóstico "pueda demorar meses en iniciar tratamiento".

The Economist señala que la restricción de fondos en atención del cáncer se debe, posiblemente, a la carencia de un Plan Nacional de Control del Cáncer que centralice los esfuerzos. El surgimiento del Instituto Nacional del Cáncer (INC) en 2010 representó un logro, cohesionando políticas y programas, pero continúa la barrera organizacional que supone un país con 24 jurisdicciones diferentes.

El Dr Roberto Pradier, director del Instituto Nacional del Cáncer, señala en el estudio que el principal desafío del ministerio de salud es articular las políticas nacionales con las ejecuciones provinciales. El Dr. Pradier explicó que “existen diferentes sistemas para atender a la población en las 24 jurisdicciones: hospitales públicos para quienes no tienen cobertura; planes de salud provinciales o nacionales; cobertura de salud vinculada con las obras sociales o el empleo; y planes privados de salud (prepagas)”

Por último, Osvaldo De la Fuente, Gerente General de Roche Argentina, opinó que “la investigación de The Economist presenta una herramienta interesante para realizar un diagnóstico de la situación del cáncer en la región. Es necesario conocer en profundidad los desafíos de cada sistema de salud en particular para poder avanzar en la búsqueda de soluciones relevantes”.