Para enfrentar una enorme recesión económica que desde 2015 hizo perder 25.440 empleos, la industria metalúrgica reclamó, entre varias medidas, la suspensión de las ejecuciones fiscales y embargos de manera temporal por 120 días, y el regreso del financiamiento para las exportaciones, que desapareció prácticamente a partir de la instalación del cepo cambiario en septiembre.

Estas medidas figuran dentro de un amplio abanico de propuestas y pedidos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la Argentina (Adimra), que se dieron a conocer mediante un documento. En la entidad consideran urgente la eliminación de derechos de exportación a productos metalúrgicos, junto a la elevación de los reintegros de exportación para asegurar una venta libre de impuestos.

La industria metalúrgica reúne a más de 25.000 empresas, en su mayoría pymes, con un rol destacado en los procesos de agregación de valor de las economías regionales. El sector metalúrgico acumula casi dos años con caída en la producción y actualmente registra un nivel 22% menor al alcanzado en 2011.

Fuentes de empresas nucleadas en Adimra señalaron que el sector "ha sido muy golpeado por las actuales políticas económicas, con cuatro años muy malos". "Sin dudas, la metalurgia nunca estuvo en el radar del Gobierno, con algunas excepciones muy claras", indicaron. Para dar cuenta de la importancia de la actividad, Adimra estimó que la generación de divisas -a partir del crecimiento de las exportaciones y de la sustitución de importaciones de mayor valor agregado- es un objetivo neurálgico.

"Las exportaciones del sector son de 3.700 millones de dólares (anuales), y existe potencialidad de contribuir a la balanza comercial al generar 6.200 millones de dólares", calculó la entidad. "Promover una estrategia para mejorar la competitividad sectorial a partir de garantizar el acceso a la energía a costos compatibles con la producción, contar con una estrategia que resguarde la producción de la competencia desleal, y diseñar una estructura tributaria favorable para la producción", son otros de los ejes planteados. Asimismo, Adimra puso el foco en "promover que la industria nacional sea parte del desarrollo de las principales cadenas de valor estratégicas del país, desde el desarrollo de Vaca Muerta, hasta actividades como la minería, ferroviaria, industria naval, entre otras".

La actividad metalúrgica acumula dieciséis meses consecutivos de caída y desde enero, perdió alrededor de 4.000 puestos de trabajo. En agosto la producción se precipitó un 8,5% interanual, promediando en el acumulado de 2019 una variación de -7,6% en relación al mismo período del año anterior.

En el octavo mes del año el nivel de utilización de la capacidad instalada (UCI) se ubicó en torno al 52,6%, manifestando nuevamente una disminución contra igual período de 2018. En lo que va del 2019 el nivel de utilización de la capacidad instalada promedia el 51,9%.