La recesión también le paga al campo. En esa dirección, en el primer bimestre del presente año 2019 las ventas de camionetas rurales cayeron un 40% en relación al mismo periodo del año pasado, según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA). La caída acompaña un declive similar de toda la industria, pero es aún más preocupante porque el campo es de los pocos sectores a los que el Gobierno apuesta para empujar una reactivación que se demora.

El derrumbe se debe principalmente al encarecimiento de las tasas de interés en el sistema bancario que desincentivaron el acceso al crédito y a la falta de liquidez en el sector agropecuario producto de la sequía del ciclo 2017/18.

Según el documento de ACARA, durante enero y febrero de este año se patentaron un total de 12.400 unidades de las seis camionetas de mayor uso en el ámbito rural versus 20.540 y 19.329 vehículos en los mismos meses de 2018 y 2017, respectivamente.

El dato es que la caída de ventas de camionetas rurales en el primer bimestre de este año es incluso mayor al registrado en igual periodo de 2015 (17.289 vehículos), 2014 (14.658) y 2013 (13.978) y similar a lo alcanzado en 2016 (11.856).

El presidente de ACARA, Dante Álvarez, tazó un panorama desalentador para el corto plazo y de incertidumbre para el mediano: "Estamos transitando meses con números negativos, situación que seguramente seguirá hasta junio", comentó.

"La caída de ventas se debe a un mercado con financiación prácticamente inexistente, algo que para nuestro sector siempre ha sido clave. Habrá que ver en la segunda mitad del año con que realidad nos encontramos", agregó Álvarez.

En la actualidad una camioneta rural cero kilómetro no cuesta menos de $ 1.200.000 con un dólar en torno a los $ 40 (unos 30 mil dólares), aunque las empresas tienen la posibilidad de adquirirlas como bien de trabajo y deducir impuestos.

En 2017 se dio el récord histórico de ventas de camionetas con 107.724 unidades vendidas (un 30% más que en 2016). Esa tendencia se ratificó en el primer trimestre de 2018 pero enseguida se cortó por la devaluación y la suba de tasas de interés.

La industria automotriz fue una de las grandes beneficiadas por la eliminación de retenciones que rigió desde diciembre de 2015 hasta septiembre de 2018. Luego volvieron a implementar el esquema de derechos de exportación y cayeron las ventas.