*Por Jorge Joury

Esta elección le cuesta al Estado 2.800 millones de pesos. Con semejante gasto, todos desearíamos adivinar
la tapa del diario del lunes. Es al solo efecto de disipar dudas sobre el futuro de la Argentina. Después de una campaña fría de cuatro semanas y carente de propuestas, de lo único que se tiene certezas, es que la lucha entre los principales candidatos será palmo a palmo. No obstante, revolotean preguntas que agitan fantasmas. ¿Se equivocarán una vez más las encuestas con sus vaticinios triunfalistas?.¿Será alto el porcentaje de votantes o primará el desinterés?. ¿ Qué tanto pesarán en el balance final, los dirigentes como Cristina Fernández, que abandonó su perfil de cadenas nacionales y patios partidarios, para pasar a protagonizar el papel de Heidi?. ¿O la gobernadora María Eugenia Vidal, que tuvo que convertirse en mujer maravilla y desplegar un esfuerzo descomunal para inyectarle oxígeno a sus candidatos?. ¿Subirá el dólar por el miedo a CFK?. ¿Habrá brotes verdes para octubre?. ¿Cambiará el humor social y le dará una mano al oficialismo?. ¿Qué tanto impactará el bolsillo en el cuarto oscuro?. ¿El Gobierno encontrará otra muestra de apoyo para seguir profundizando el cambio?. ¿Surgirá un tapado y nos sorprenderá un batacazo?.Son algunos de los enigmas que deambulan por la corteza del denominado Círculo Rojo. En definitiva, no hacen otra cosa que plantear un clima tenso, como si se tratara de una lucha entre el bien y el mal. Y no es así. Se trata de un test electoral, donde luego el país seguirá su curso normal.
Aunque el escenario es atípico, lo único que ocurrirá, es que se decantarán algunos candidatos. Pero aún para el final del camino hacia la geografía electoral de octubre, existe un trecho demasiado largo y en el que se pueden modificar muchos comportamientos.
Ante la posibilidad de un triunfo de CFK, la Unión Industrial Argentina (UIA) trató el tema y a través de Miguel Acevedo transmitió a los popes fabriles que “para la economía es mejor que gane el Gobierno, pero un triunfo de Cristina no cambia nada de fondo.”
También se discutió, la situación del dólar futuro. Ahí se dijo que había que actuar y ponerle un torniquete al drenaje financiero. Frente a una posible turbulencia, los oídos del Gobierno escucharon la inquietud y se enviaron señales. En caso de una disparada del verde, el Banco Central tendría orden de vender mil millones por día para apagar el fuego.

UN EJERCITO DE FISCALES PARA EVITAR TRAVESURAS

También hay que decir que los ojos de las agrupaciones estarán puestos en vigilar el voto. Será para evitar tropelías, sobre todo cuando caiga la noche en el conurbano profundo. Para esa tarea, habrá 45 mil fiscales por cada partido. Quienes lideran las encuestas, también han puesto el foco en el poco más de un 10% de personas que no definieron el voto y que serán determinantes a la hora de inclinar la balanza. Es probable que algunos tomen su decisión poco antes de entrar al cuarto oscuro.
A tal punto es el palo a palo, que no habría encuestas boca de urna al mediodía. Se conocerían recién pasada la media tarde. Difícilmente, como ocurrió en otras ocasiones, alguien se anime después de las 18 a decir por la pantalla caliente de la tele, que ganó tal o cual candidato
Olvidando por un momento la pasión resultadista, otro dato relevante a tener en cuenta, sobre todo para los padres, es que este lunes habrá clases en los cerca de 6 mil colegios bonaerenses donde se votará. Para ello, al finalizar la jornada de hoy, se llevará a cabo una limpieza por la noche para que los chicos puedan asistir a las aulas.

LAS CUESTIONES DE PESO A LA HORA DE VOTAR

En tren de hacer un balance de las cuestiones que pesan en el cuarto oscuro, hay que señalar que pasaron muchas cosas en estos 18 meses del gobierno de Mauricio Macri. El país experimentó un abrupto cambio de modelo que eliminó distorsiones que perturbaban la economía. Una de ellas, fue el cepo cambiario. Se quitaron también las restricciones al comercio exterior, las retenciones agropecuarias y a la minería, entre otras.
En ese andarivel, se modificó el vínculo del poder con la sociedad y se abrió una perspectiva de crecimiento para algunos rubros. No obstante, hay que decir que sobrevino un período de alta inflación y retracción de la actividad, marcado a fuego por los tarifazos, la pérdida de empleo, el cierre de fábricas y la aparición de un millón de nuevos pobres. También pesó la devaluación del peso, el déficit fiscal y un creciente endeudamiento, calculado en más de cien millones de dólares diarios. Es algo pocas veces visto en la historia y tendrá para la nación un significativo costo a futuro, en caso de que no se logre salir con rapidez de la prologada noche polar.
En ese interín, para calmar la ansiedad ciudadana, el Gobierno fue reiterativo en anunciar la esperanza de recuperación en el corto plazo. Pero ésta recién comenzó a experimentarse en los últimos meses y de manera dispar. Con sectores que aún no observan demasiadas generosidades en los tiempos del gradualismo y alimentan el reclamo opositor. Pero así como las encuestas revelan que la realidad no cumple con sus expectativas, también señalan que la mayoría proyecta un futuro mejor.

SE LE TOMARA EXAMEN A LA GESTION

Salvo por las internas oficialistas en 13 provincias y algunas opositoras, las PASO servirán principalmente de filtro para reducir la cantidad de boletas en los comicios de octubre próximo. Frente a ese cuadro de situación, sólo Cambiemos se presentará con listas propias en todo el país, viéndose beneficiado por un peronismo fragmentado que perdió fortaleza nacional.
Con esa postal, más allá de la primaria legislativa, el Gobierno plebiscitará su gestión. Lo hará sobre todo en el conurbano profundo. En ese mundo de bolsillos flacos, es donde las espadas de María Eugenia Vidal encuentran su mayor desafío. Allí duelen las espinas de la falta de empleo y el dinero no alcanza para llegar a fin de mes. Es el escenario donde está el mayor polo de pobreza y se juega el 40% del padrón electoral. Se lo denomina la madre de todas las batallas y es el eje de una elección en la que el cambio forma parte del discurso de todos. El Gobierno apuesta a dar un paso decisivo. Lo que ocurra es clave para su proyección de concretar las reformas fiscales, previsionales y laborales que den vuelta la página de la década kirchnerista. Y por el lado de la oposición, es mas que obvio que tratarán de sacar ventaja de los magros resultados económicos de la primera mitad de gestión macrista. De lo que elija la sociedad en las urnas, comenzará a visualizarse el rumbo que emprenderá el país en los próximos años. El destino deseado por todos, a partir de ahora entra en la cuenta regresiva.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP. Su correo electrónico es jorgejoury@gmail.com. Quienes quieran consultar su blogs, pueden dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapas.