Reducción drástica en el consumo de carne, disminución de la porción de comida y de la cantidad de productos que se compran debido a una fuerte pérdida de poder adquisitivo, sumado a una creciente pérdida de puestos de trabajo, son algunos de los alarmantes resultados del 2° Monitor del Clima Social – AMBA que mide la situación social de esta región donde se ubican Florencio Varela, Quilmes y  Berazategui.

El Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) que elabora el Monitor del Clima Social – AMBA (MCS) es producto de un acuerdo entre la Universidad Nacional Arturo Jauretche, la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo y la Universidad Nacional de Hurlingham.

El 2º Monitor del Clima Social muestra que la región con peores indicadores es el segundo cordón del Conurbano Sur, donde se ubican los tres distritos de influencia de nuestra universidad. Destaca, también, que en los jóvenes de hasta 29 años, los indicadores son muy negativos en educación, economía y laboral.

Entre los resultados surge que el 70% de los entrevistados ha limitado la cantidad de productos que compra; el 74 % ha cambiado las marcas de los productos que consume y reducido los espacios de recreación, y el 35% ha dejado de comprar carnes con frecuencia, alcanzando un pico de 50% en el Segundo Cordón del sur del Conurbano donde se encuentran Florencio Varela, Quilmes y Berazategui.

Otro dato es que el 43% de los entrevistados afirmaron haber disminuido la porción de comida debido a problemas económicos y el 22% asegura haber tenido hambre alguna vez en los últimos 12 meses debido a que sus ingresos son insuficientes para comprar alimentos. Esta cifra se eleva al 30% en el Segundo Cordón del Conurbano Sur.

Con respecto a la cuestión laboral, el 38% de los entrevistados sostiene que él o alguien de su grupo familiar perdieron el trabajo en el último año. En el segundo cordón del conurbano, esta variable alcanza picos del 47%; en tanto que el 57% afirma que el sueldo no le alcanza.

En cuanto a la Salud, el 54% compró menos medicamentos o tuvo que cambiar de marca debido a los costos de los mismos. En el Segundo Cordón del Conurbano Sur ese porcentaje se eleva a un 59%.

Otro dato relevante del estudio es la gran diferencia entre el nivel de inseguridad social reportado por los habitantes de CABA respecto del reportado por los residentes del Primer y Segundo Cordón del Conurbano Bonaerense. La diferencia supera el 20 %. Y las mayores brechas entre los indicadores se dan entre CABA y el Segundo Cordón del Conurbano Sur.

Estado ausente

El MCS está compuesto por siete indicadores de inseguridades (económica, alimenticia, laboral, sanitaria, habitacional, educativa y transporte) y se propone medir de manera periódica la situación social en AMBA; específicamente, percepción y experiencia de niveles de inseguridad social.

La inseguridad social se compone de una suma de riesgos, incertidumbres e insatisfacciones experimentados en el presente y/o proyectados al futuro próximo; y se vincula directamente con la ausencia de protección estatal.

El Director del Centro de Estudios Metropolitano Matías Barroetaveña señaló sobre este segundo Monitor que “sus resultados visibilizan las consecuencias de las políticas económicas actuales sobre una realidad que, si bien mejoró sus indicadores en la última década, aún tiene enormes niveles de desigualdad, pobreza y exclusión”.

Barroetaveña sostuvo además que “el crecimiento del desempleo, la desnutrición y la pérdida de consumo popular por caída de ingresos encuentran un estado ausente de políticas tanto a nivel nacional como provincial que sobrecarga a los municipios”.

“Esperamos que estos datos junto a los de otros estudios hagan reflexionar a las autoridades para modificar el rumbo que evidentemente está teniendo los mismos resultados que cuando se aplicó en anteriores oportunidades en nuestro país”, expresó.

El área metropolitana de Buenos Aires es una gran ciudad dividida en 25 distritos. Más de trece millones de personas habitan, se mueven, estudian, trabajan en esta región. La inmensa mayoría de ellos comparten problemáticas comunes, más allá de si viven en la Ciudad de Buenos Aires, Avellaneda o Moreno. Es por ello que el CEM busca analizar y abordar las problemáticas comunes de esta región, con características particulares y de gran incidencia social.