Por Mara Laudonia

Tras la megaemisión por 16.500 millones de dólares efectuada hace apenas ocho días, la Argentina elevó su exposición con los mercados desde a 17%, en relación con el Producto Bruto (PIB), porcentaje que, no obstante, sigue representando una baja exposición de la deuda total con el sector privado.

Así se desprende de los datos presentados por el equipo económico que conduce Alfonso Prat Gay en el marco del nuevo programa financiero del primer año de gestión de Mauricio Macri, que tiene, entre otras novedades, la confirmación de una reducción a menos de la mitad del financiamiento obtenido a través de los adelantos transitorios que aportó el Banco Central en el 2015.

Otra de las novedades es que Argentina logró más acuerdos con los holdouts -por más de 1000 millones adicionales- al pago de 9.300 millones de dólares efectuado la semana pasada. De esta forma, el pago total a holdouts hasta el momento alcanza unos 10.500 millones dólares y representa un 66% que los reclamos originales que eran de casi 20.000 millones de dólares, según los datos oficiales revelados ayer.

Pese a haber realizado la emisión más grande realizada por un mercado emergente, la Argentina se mantiene en con una relación baja de deuda total respecto del PBI de la región, de 43%, y es sólo superada por Bolivia, que tiene un ratio de 33%. Detrás de Argentina se ubican Colombia (44%), México (50%), Uruguay(61%) y Brasil (65%).

En cuanto a la composición del 43% la deuda en relación al PBI, un 27% es un pasivo con el resto del sector público, y un 17% quedó en manos de los mercados. Estos porcentajes que dan cuenta de una baja exposición con los mercados en relación a lo que ingresa por la producción total del país aún después de haber regularizado la situación con los holdouts, cuyo desenlace blanqueó una nueva deuda total argentina, desde los 221.000 millones de dólares que había a diciembre del 2015 a uno cerca de 230.000 millones de dólares actuales, ya que la deuda en default se contabilizaba aparte, o bajo la línea.

El viceministro de Hacienda y Finanzas, Pedro Lacoste, y el secretario de Finanzas, Luis Caputo, presentaron hoy el nuevo programa financiero, tras la megaemisión realizada y el pago de 9.300 millones a los holoduts, que implica necesidades financieras totales para el 2016 por un total de 36700 millones de dólares, para mantener la meta pautada de un déficit de 4,8% del PBI.

El equipo económico reveló que se utilizarán alrededor de unos 160.000 millones de pesos (10.000 millones de dólares) en concepto de adelanto del Banco Central, lo que en términos de pesos se reduce a la mitad de lo girado por la entidad monetaria al Tesoro en el 2015.

En contraposición, se hará un mayor uso de los fondos que aporta la Anses a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, y la caja de otros entes públicos, por unos 2700 millones de dólares, ya que el monto previsto descuenta los vencimientos del año en curso.

Este programa financiero prevé, claramente, un mayor financiamiento con el sector privado para el año por 15.200 millones de dólares, de los cuales unos 7200 millones de dólares ya se consiguieron en la colocación del martes de la semana pasada.

En el sector privado se prevé otros 8.000 millones de dólares, de los cuales unos 5000 millones de dólares serán para refinanciar vencimientos, y se acudirá nueva emisión por 3000 millones de dólares. Quedan unos 5000 millones de dólares donde el gobierno espera incursionar, entre otros instrumentos, con nuevas letras letras en dólares con plazos de hasta 12 meses, para intentar seducir a los ahorristas que tienen dinero debajo del colchón.

Lo logrado con el pago a los holdouts y con la nueva emisión, permitió ir en un "gradualismo en la política fiscal y despejó el camino para las provincias y el sector privado que busca financiamiento externo", explicó Lacoste.
Hasta el momento, el Gobierno efectuó dos colocación en pesos, en febrero y marzo, que totalizan 27000 millones de pesos, que son parte del programa de financiamiento interno.