Los jefes del sindicalista más combativo y opositor al Gobierno nacional rechazaron el bono de $ 5.000 en dos cuotas acordado por la CGT y algunas cámaras empresarias y confirmaron el lanzamiento de nuevas medidas de fuerza antes de fin de año, entre ellas la posibilidad de un paro de 36 horas antes de que se desarrolle la cumbre del G-20.


"Desde el Frente Sindical, con la CTA y los movimientos sociales anunciaremos una medida de fuerza", anticipó Pablo Moyano, secretario general adjunto de Camioneros. "Cuando se firmó hace dos años el bono de $ 2000 nadie lo cobró", recordó, al desconfiar de la medida de que impulsa la "mesa chica" dialoguista de la central obrera.
"Es una maniobra más del Gobierno para dilatar un paro que tiene que ser ya. La CGT volvió a fallarle a los trabajadores. Los que no acordamos con el Gobierno estaremos en la calle", alardeó Moyano en una entrevista con radio Cooperativa.
Para el ceteísta Pablo Micheli, el bono es un engaña pichanga. "Es una suma en negro que no arregla nada. Si hay un bono, bienvenido sea, pero peleamos por un aumento de emergencia y en blanco", dijo el líder de la CTA de los Trabajadores.
Micheli no solo desconfía de que los empresarios realicen el pago. También pone en duda la autenticidad del diálogo tripartito entre el Gobierno, las empresas y la CGT. "No les creo nada. Esto no es diálogo social. Es un acuerdo entre algunos dirigentes que confían en (Mauricio) Macri y hablan como si representaran a todos los trabajadores", evaluó.
Fuentes sindicales señalaron que está en discusión un paro general por 36 horas con movilización antes de la cumbre del G20, que será protagonizado por las organizaciones sindicales, políticas y sociales que participaron de la misa en Luján. Luego, se espera la adhesión de agrupaciones de izquierda y otros sectores opositores a Cambiemos.