Australia está viviendo una de sus peores temporadas de incendios forestales, alimentados por temperaturas récord y meses de severas sequías. Según trabajadores de emergencia, lo peor aún está por venir. La 97.7 dialogó con Pedro Belloni, un joven argentino en el territorio afectado.

Shane Fitzsimmons, comisionado del Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur, advirtió públicamente que las “volátiles” condiciones podrían intensificar los incendios, impulsados por las altas temperaturas y vientos poderosos, dejando a miles de hogares sin luz ni electricidad. Además es incontable la cantidad de vidas perdidas a raíz de los hechos.

“En este momento para mí el cielo es gris. Llovieron 20 milímetros durante cuatro días pero eso no alcanzó porque se necesitan 200. El número de hectáreas quemadas asciende a 6 millones que para que se den una idea, son 60.000 km2. Es como si se prendiera fuego Dinamarca y Eslovenia”, expresó por la 97.7, Pedro Belloni, comunicador de 23 años que se encuentra en Australia.

Y agregó: “Esto no es algo de lo que el país pueda recuperarse hasta que llegue el próximo incendio. Hay una situación muy compleja y de incertidumbre. Los incendios arrancaron en septiembre y no era verano”.

Esto es algo sin precedentes para Australia. Cuesta tomar dimensión por lo menos al unísono. Hace siete años dejó de llover como llovía. Se está llevando muchas vidas. Los fuegos van a pasar pero si las medidas que se deben tomar no se toman, todo empeorará”, relató el argentino.