La Asociación Regional de Diálisis y Trasplantes Renales de Capital Federal y Provincia de Buenos Aires (ARD) formuló una grave advertencia por la dificultad a la que se enfrentan para sostener sus servicios en el marco de la deuda que mantienen con el sector a Agencia Nacional de Discapacidad (EX PROFE), PAMI y el Ministerio de Salud bonaerense que en algunos casos llega a los 6 meses de prestaciones impagas y alertaron que "la vida de 30.000 pacientes depende de la calidad y continuidad de los tratamientos".

Las autoridades de la ARD, de la Cámara Renal y de la Confederación de Asociaciones de Diálisis de la República Argentina (CADRA), en representación de los 600 centros afectados de todo el país, se reunieron con el Subdirector Ejecutivo del PAMI, Victor López Monti; el Director Nacional de Acceso a los Servicios de Salud de la Agencia Nacional de Discapacidad, Pablo Atchabaián; el Presidente del IOMA, Pablo Di Liscia; y con la Subsecretaria de Administración y Gestión de los Recursos del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Romina Rodríguez; para intentar destrabar el conflicto.

A pesar del encuentro, las respuestas de la gestión de María Eugenia Vidal no resultaron "suficientes" para el sector quienes explicaron que "todos argumentan falta de presupuesto y en algún caso evalúan no pagar los traslados, lo que hace más dramática la situación de los pacientes que de ellos dependen".

Los centros pertenecientes a la ARD y a las empresas multinacionales Fresenuis y Diaverum, remarcaron su "preocupación" por el estado del sistema, "no solo por tener que recurrir a la autofinanciación para poder atender a todos sus pacientes; sino también por los valores de las prestaciones, que, luego de la devaluación y la inflación acompañante se encuentran en un 45% por debajo de su valor real".

Por su parte, el presidente de la ARD, Alfredo Casaliba, explicó que "la diálisis no es solamente una preocupación sectorial" sino que mantiene en vilo a "la agenda nacional".

Además remarcó que "con gran esfuerzo estamos dando batalla a la inflación y devaluación de los últimos años", aunque se lamentó porque "los aumentos inminentes en los sueldos del personal, según las paritarias de Sanidad, cercanos al 26%, hará que los tratamientos resulten imposibles de sostener para los centros de diálisis que atienden a diario".

En ese marco indicó que "la vida de 30.000 pacientes depende de la calidad y continuidad de los tratamientos".

El Ministro de Salud durante la última gestión kirchnerista, Daniel Gollan, en conversación con Diagonales ya lo había advertido en diciembre del año pasado: si el Gobierno Nacional no brinda una solución a esta problemática, "la persona que pueda, lo pagará en forma particular", pero aclaró que no será sencillo porque "son tratamientos que cuestan entre $30 y $40 mil por mes, con lo cual quien no pueda pagarlo, se morirá, no tiene ninguna otra oportunidad".