Desde hace semanas el rumor del ajuste presupuestario para 2019 que impone el acuerdo con el FMI, tiene en vilo a intendentes y funcionarios. La cifra por ahora era sólo una hipótesis, en manos de la mesa chica de Vidal. Sin embargo, en las últimas horas se supo que el monto del recorte es de entre $ 30 mil y $ 50.000 millones. “Es doloroso pero cumplible”, dijeron fuentes cercanas a la gobernadora.


“Los ministros bonaerenses Federico Salvai y Hernán Lacunza tienen diálogo abierto con la mayoría de los intendentes y, hasta acá, no hay precisiones. Pero entre los alcaldes, tanto del PJ como de Cambiemos, especulan sobre cómo será o por dónde vendrá el hachazo fiscal”.
Y entre los distintos jefes comunales la principal presunción es que el 2019 será un año con escasez de obras, el área más fácil de achicar, pero no sin costo, ya que la mayoría de los municipios no cuentan con fondos para realizar o continuar trabajos de infraestructura, y dependen exclusivamente de la Nación.