El emblemático baterista de “Manal” analiza el rol que ocupa el trío en la cultura rockera argenta y revela detalles sobre el concierto junto a Willy Quiroga, bajista de “Vox Dei”.

“Nos quedó grande el éxito. Casi nunca supimos manejarnos en el negocio de la música. Ahora tenemos una productora, alguien que nos guíe un poco”, confiesa Javier Martínez, fundador del legendario trío “Manal”.

Claudio Gabis y Alejandro Medina completan la formación del mítico grupo que anuncia la edición de un DVD grabado durante el concierto que materializa su regreso -en diciembre de 2014- tras 33 años separados. Un libro respaldará la publicación del material para reconstruir de manera integral aquella noche.

“Hacíamos música diferente, que no era la que predominaba en Argentina: no era el pop ni el rock común. Pensamos que si la propuesta funcionaba y era aceptada, iba a hacer escuela. Creo que marcamos una forma de componer, creamos un estilo. Hoy se le debe sumar la permanente mención hacia cada uno de nosotros en el movimiento musical argento. Tenemos cierta relevancia en la historia”, reflexiona el baterista durante una entrevista con el programa radial “RockoSapiens” de la FM 97.7

El autor de clásicos como “Jugo de tomate frío”, “Avenida Rivadavia” y “Avellaneda's Blues” protagoniza un concierto inédito junto a Vox Dei esta noche en el Teatro Gran Rex, Av. Corrientes 857, para celebrar cinco décadas de rock nacional.

¿Cómo surge el encuentro con Willy Quiroga y la oportunidad de compartir escenario?
Es una propuesta de Martín Toledo, productor en el estudio “La Nave de Oseberg”. Tuve varias reuniones para cerrar una agenda de laburo. Varios colegas lo recomendaron. Me contaron que era un empresario que valía la pena conocer. La curiosidad y mi espíritu inquieto incentivaron el viaje hacia sus oficinas. Durante la tercera entrevista, me lo crucé a Willy. En ese momento, Martín dijo: “¿harían algo juntos?”. La respuesta fue unánime: “¡Sí!”. Fue algo espontáneo. No lo dudé. No une una amistad de toda la vida. Trabajamos muchas veces juntos, hay un respeto y una admiración mutua. ¿Cómo no voy a tocar con él? ¡Es un gustazo!

¿Planean registrar en algún formato los shows o grabar un álbum en cojunto?
Por ahora, no. Tengo un LP listo pero lo voy a lanzar el año que viene. Willy ya grabó el suyo, se llama “Archipielago de Almas”, que también saldrá en 2017. En cuanto a mi disco nuevo, compuse un tema muy especial: se llama “Manal, herramienta de Labranza” y tiene una historia bastante increíble porque la realidad supera a la fantasía. Durante mucho tiempo, creí que esa palabra la había inventado yo a partir de la jerga de La Cueva, cuna de nuestro rock. Estaba seguro de que no tenía otra acepción. Un día, jugando, la busqué en el diccionario y… ¡apareció! No lo podía creer.
Soy un tipo que primero crea la música y después confecciona la letra adaptada a la sonoridad concebida en primera instancia. En este caso fue distinto, busqué la palabra y cuando leí qué significaba me asombró más todavía: ocurrió una especie de sincronismo. Manal es un instrumento, una herramienta de labranza del norte de España, concretamente de Asturias, de donde proviene mi familia. A partir del origen de esta canción, bauticé a la obra como “El Factor Invisible” porque hay un elemento intangible en la vida que te da este tipo de sorpresas.

Tras presentar oficialmente “Pensá positivo”, su última producción como solista, el artista analiza su desempeño en el rol de cantautor. “Me gané el mote de ser el primero que hizo blues. Por esa razón, todos me reconocen como un bluesman. Lo agradezco, pero soy un cantor influenciado por el jazz. Siempre hice otros géneros: soul o las baladas”, describe Martínez. Respecto a la lírica, reconoce “una visión más discepoliana y escéptica del mundo” que convierte en una actitud “más positiva, que es lo que el país necesita”.

¿Qué aspectos resaltarías del material discográfico?
Tiene algo especial porque debuté como intérprete. Siempre fui cantante de mi propia música, mis letras. Grabé “Por la Vuelta”, de Enrique Cadícamo. Ahora, seguramente haga alguna versión de otra canción. Me gustaría versionar “La Zamba del Tiempo i’ Mama” de Polo Giménez, un compositor de folclore al que admiro mucho, en un rocanrol lento. Quizás, incluya “Toma el Tren A” [Take the A Train] de Billy Strayhorn, un tema clásico del repertorio de Duke Ellington.