Apenas se siente en el sillón de Dardo Rocha, el flamante gobernador Axel Kicillof  tendrá que resolver de manera urgente los frentes de conflicto que deja abiertos la gestión de María Eugenia Vidal. En la lista asoman vencimientos de deuda, pago a proveedores, emergencia alimentaria, escolar, y paritarias.

La más urticante, será la negociación con los gremios docentes, donde los salarios están muy atrasados. Es un paso crucial para que las clases comiencen en tiempo y forma.Otro tema que también preocupa, es la huelga de hambre en las cárceles bonaerenses, otra bomba de tiempo que dejó María Eugenia Vidal, que siempre miró hacia otro lado frente al problema.

Kicillof deberá ajustar su ingenio para administrar recursos suficientes para pagar sueldos y aguinaldos a 600 mil agentes públicos. Cumplir con la cláusula gatillo firmada en el acuerdo salarial de los docentes, iniciar el cronograma de pago a proveedores que registra un atraso de cinco meses y determinar, si es posible, cumplir con los acreedores el compromiso de 570 millones de dólares en enero.

Kicillof quiere un gobierno de puertas abiertas. “Como hicimos la campaña es como vamos a gobernar: al lado de la gente. Lo van a poder ver tocar a él y a sus ministros, preguntar todo el tiempo. Ese es el objetivo”, adelantó  su ministra de Comunicación Pública, Jésica Rey.

Solo el mes que viene, Axel Kicillof deberá enfrentar vencimientos por 725 millones de dólares. A los que se suman otros 1.980 millones de dólares el resto del año. Por eso, los especialistas sostienen que el proceso de  renegociación es casi inevitable, y deberá como mínimo, extender el plazo para los vencimientos de capital y compatibilizar la capacidad de pago con el cronograma de pagos.

Fuentes cercanas al flamante gobernador aseguraron que esta renegociación irá por los mismos carriles que el plan que encarará a nivel nacional el ministro de Economía, Martín Guzmán frente a los acreedores extranjeros. 

De acuerdo al cronograma de vencimientos que dejó Vidal, el año 2020 es el más explosivo con un total de 2.705 millones de dólares de vencimientos, de los cuales el mayor monto se concentra en el primer semestre del año. La deuda pasó de representar el 53% al 87% de PBI provincial entre 2015 y 2019, con el agravante de que en su mayoría fue emitida bajo Ley Nueva York, lo que hace imposible que vaya a un estiramiento de los plazos o reperfilamiento como el que Lacunza anunció cuando asumió como ministro de Hacienda de la Nación.

En este caso la solución no puede ser un reperfilamiento como el que decidió unilateralmente el Estado nacional en agosto, dado que la gran mayoría de la deuda de la Provincia es con acreedores privados bajo ley extranjera y por tanto requiere un acuerdo voluntario.

Para que se tome una real dimensión del compromiso, solo de capital de deuda en la primera mitad de 2020 se concentran pagos por 1450 millones de dólares. De ellos los más importantes son en enero, cuando venzan unos 600 millones de dólares, en mayo con 150 millones de dólares y en junio, con unos 700 millones de dólares. A estos se suman otros 670 millones de intereses. En la segunda mitad del año, en cambio, vencen 50 millones de dólares de capital y 535 millones de dólares de intereses.

«Con una deuda que alcanzó los US$11.907 millones al segundo trimestre de este año, Buenos Aires es la Provincia más comprometida del país. Su deuda equivale al 84% de sus ingresos anuales, cuando en el promedio de las provincias es 52%. El 77% está en moneda extranjera y en lo que resta de 2019 tiene que pagar US$ 329 millones», detalló la consultora Elypsis. 

Para Elypsis es «casi imposible» que Kicillof pueda pagar las deudas de la provincia porque la recaudación provincial llegó a octubre con 20 meses ininterrumpidos de caída. Con cada vez menos ingresos, hacer un ajuste adicional sobre el gasto público podría hacer caer incluso más la recaudación y terminar generando más déficit.

En este sentido, la consultora especificó que «en nuestro escenario base de proyecciones económico-financieras, no se vislumbran en el corto plazo condiciones para una recuperación real en la recaudación de la Provincia» «Teniendo en cuenta el ajustado cronograma de pagos al que se enfrentará la Provincia en los próximos meses, la dificultad para refinanciarse en el actual contexto y la magnitud del ajuste fiscal que se requiere para estabilizar la deuda, la renegociación de la deuda de PBA será difícil de eludir». 

Otro tema que inquieta a Kicillof, es el agujero financiero que Vidal le deja con los proveedores de organismos como IOMA y que aún sus colaboradores no terminan de dimensionar. La hipótesis es que hay prestaciones que dejaron de pagarse hace seis meses. Un  ejemplo palpable, es que la semana pasada los médicos de La Plata cortaron la atención por 24 horas para forzar el pago de los honorarios de septiembre. Lo mismo ocurre con los farmacéuticos y con otros prestadores como los acompañantes terapéuticos y psicólogos, a quienes no se les paga hace meses. Incluso hasta la entrega de remedios oncológicos está cortada.

Vidal aseguró el martes que le deja a Kicillof una caja de 25 mil millones de pesos para afrontar el pago de sueldos, aguinaldos, jubilaciones y planes sociales de diciembre, más la actualización del Fondo del Conurbano que negoció con Nación. En este último punto, todavía no está claro de cuánta plata más se trata.

También puso en claro que deja un rojo de 50 mil millones de pesos, un déficit también «menor al de 2015». Como con la deuda, los números son relativizados por el peronismo, que espera a tomar las riendas del gobierno para saber si no hay sorpresas y de cuántos fondos dispone en realidad.

Cuando cuente con la información certera, el nuevo gobernador enviará antes de fin de año a la Legislatura bonaerense el Presupuesto 2020 y la respectiva ley impositiva y la nueva ley de ministerios. También tiene en foco una serie de emergencias que podrían ir desde lo alimentario, lo educativo y lo productivo, aunque todavía no hay precisiones. Sí está claro que habrá un verano caliente con sesiones extraordinarias para los senadores y diputados bonaerenses.

La negociación paritaria es otro tema clave de la agenda  que Kicillof quiere resolver en el corto plazo para enfocarse exclusivamente en la gestión. Los docentes, estatales médicos y judiciales, que dejaron de ser atendidos por Cambiemos luego de la derrota en las PASO, aguardan con expectativa el desembarco del nuevo gobierno para dar comienzo a un proceso de diálogo que les permita recomponer el salario y el poder adquisitivo perdido por la inflación.

En el campo docente hay otro tema que preocupa al gobernador y es el pésimo estado edilicio de las escuelas. El Frente de Unidad Docente le acercará un detallado un relevamiento propio sobre la situación en los distritos. Kicillof trabaja en un plan para llevar adelante las obras más urgentes en las escuelas con proyección de inicio en el receso escolar.

En sintonía con el presidente Alberto Fernández, Kicillof necesitará motorizar una serie de medidas para evitar un diciembre «caliente», en especial en el Conurbano bonaerense donde todos los fines de año se alteran los ánimos. En esa dirección, con Nación y con los intendentes se trabaja a contra reloj para llevar contención con un bono de fin de año a trabajadores municipales, refuerzo en los comedores escolares y reparto de alimentos y cajas navideñas en los distritos y a las organizaciones sociales. Se cree que su plan de gobierno irá en linea con el de Alberto Fernández. Reactivar la economía y el consumo, aparecen en la mira de ambos.La esperanza está en marcha.

Escucha el audio completo: