Nada se hace con magia, menos en la economía, donde se necesita mucho más que dominar el dólar y la inflación.

Lo más grave, es que la Argentina debe una Argentina, es decir un PBI y ya no hay cosechas récord que puedan equiparar es cifra en el corto plazo. En esa dirección, Alberto Fernández ya tiene al hombre de su confianza que manejará la botonera para encender los motores de la producción. Venía sonando con fuerza, pero por estas horas en el bunker de la calle México ya no ocultan que el elegido como ministro de Hacienda es Matías Kulfas, un jugador clave surgido del denominado Grupo Callao, que comenzó a levantar el perfil en los últimos días. Más precisamente, la semana pasada se destacó en el Seminario País Federal en la Universidad del Salvador (USAL) donde comenzó a presentar su eventual plan para bajar la inflación, anclado en un gran acuerdo económico y social con los gremios y la UIA.

Kulfas sostiene que para estabilizar los precios, la apuesta albertista es un pacto social por 180 días para que el Indice de Precios al Consumidor rápidamente baje a 2% mensual o valores similares a los que había en 2015. Puso como ejemplo que cuando comenzó el Gobierno de Macri, la inflación estaba en torno a 2% y, de hecho, después de la devaluación del 2016, fue convergiendo a esos niveles. Sin embargo después de las fuertes disrupciones en el mercado de cambios que se produjeron entre abril y octubre de 2018, se generó un nuevo salto inflacionario y las herramientas de política monetaria han sido claramente insuficientes. Por eso su objetivo es concertar en una mesa volver a esos niveles de 2% y tener un espacio para ir trabajando en una desinflación paulatina y gradual. No es que un acuerdo económico y social solucione la inflación, pero es un paso inicial, una metodología para comenzar a, junto con una política monetaria y fiscal consistente, reducir de una manera seria la inflación y llevarla a un dígito, señala Kulfas.

En los laboratorios del albertismo saben que la suerte de todo el programa económico depende de la renegociación de la deuda. Tanto Matías Kulfas como Cecilia Todesca propusieron incluir en las conversaciones un esquema de "step up" (patear hacia adelante) parecido al que incluyó el Plan Brady a inicios de los 90, con aplazamiento de pago del capital y recálculo de los intereses para que su carga sea baja al inicio y crezca con el tiempo. Ayer, en Córdoba, Fernández habló del "modelo Uruguay": una reestructuración amigable sin quita, y apoyada por el FMI. Pero los técnicos ya le advirtieron que no alcanza.   

Kulfas, que ya se mueve como virtual ministro, pertenece a la corriente neo-estructuralista, es académico, escritor y consultor argentino. Su curriculum es muy interesnate: es Licenciado en Economía (UBA), Magister en Economía Política (FLACSO) y Doctor en Ciencias Sociales (FLACSO). Trabajó en diferentes ámbitos de la función pública, entre ellos: Subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional de la Nación (2006-2007), Director del Banco de la Nación Argentina (2008-2012) y Gerente General del Banco Central de la República Argentina (2012-2013). Se desempeña como docente en la UBA y en la carrera de economía de la Escuela de Economía y Negocios de la UNSAM. Actualmente dirige el Centro de Estudios Económicos Idear Desarrollo, integra el Consejo Directivo del Centro de Análisis de Riesgo Económico y Financiero (CARFE), la calificadora de riesgos de la UNSAM y es Secretario de Investigación en la Escuela de Economía y Negocios de la UNSAM. Publicó más de 90 trabajos académicos incluyendo libros, documentos de trabajo, artículos en revistas académicas y profesionales y ponencias en congresos y reuniones profesionales. Sus últimos libros se titulan “Los tres kirchnerismos. Una historia de la economía argentina, 2003-2015”, Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 2016 y “Pensar la economía argentina. Por una macroeconomía compatible con el desarrollo”, compilado junto a Guido Zack, Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 2018.

Desde 2014, dirige la consultora Idear Desarrollo. En diferentes organismos, Kulfas centró su gestión en los programas de apoyo financiero al sector pymes, una de las llaves que piensa activar Alberto para encender los motores de la economía.

Kulfas se integró al Grupo Callao a principios de 2018. El objetivo era básicamente generar un espacio de debate, intercambio y generación de ideas, pensando en la unidad del peronismo. No era en torno a ninguna candidatura. Junto a el trabajan Cecilia Todesca, hija del titular del Indec, y Fernando Peirano, que se dedica más los temas de tecnología e innovación.

AF también se apoya en Martín Redrado para negociar la deuda externa en caso de ganar las elecciones.  El economista Guillermo Nielsen, en tanto, es mencionado para un lugar en el sector de Energía y por eso ya entabló contactos con importantes jugadores del plano internacional. Para el mismo sector se habla de Sergio Lanziani.También se fortalece la idea de mantener a Guido Sandleris durante unos meses al frente del Banco Central.

Además, Florencio Randazzo es el elegido para el ministerio de Transporte. En el almuerzo que mantuvo con Alberto, le preguntó al candidato si no habría un veto de Cristina para su vuelta al kirchnerismo. "No te preocupes: esto lo decido yo y necesito gente que sepa manejar la botonera desde el día uno", le respondió el candidato.

El futuro gabinete ya se va configurando con la casi segura llegada del camporista Eduardo "Wado" de Pedro al ministerio del Interior y la elección de Felipe Solá como canciller. La colaboradora judicial de Alberto, Marcela Losardo, suena como ministra de Justicia, aunque Cristina insiste en colocar en ese lugar a León Arslanián.

Santiago Cafiero es casi número puesto como jefe de gabinete y Juan Manuel Olmos ocuparía el sillón de secretario legal y técnico, el hombre que le cuida la firma al presidente.

Para el ministerio de Trabajo se menciona al rector de la UMET, Nicolás Trotta, aunque también suena fuerte Rodolfo Daer, de la CGT .Otro es Claudio Moroni, que acompaña a Fernández desde hace más de dos décadas y que también suena para la AFIP. Julio Vitobello, asesor estrecho de Alberto, pidió la Sigen. En tanto que Mirta Tundis iría al Pami, con la sugerencia de Sergio Massa.

También hay que poner en la vidriera a Victoria Donda, que presentó hace unos meses un proyecto para crear el "Ministerio de la Mujer" y hoy suena como uno de los nombres más firmes para encabezarlo si Alberto Fernández avanza con la iniciativa.

La diputada se puso al frente de la "agenda de género" para el nuevo gobierno. De hecho, el próximo lunes presentará junto a Alberto, Matías Lammens y Gisela Marziotta en un teatro porteño un "diagnóstico" sobre la realidad que viven las mujeres y las "diversidades" en el país.

Otra cuestión que no se descarta, es empezar a formar una suerte de gobierno de coalición, incorporando a figuras como Ricardo Alfonsín, Emilio Monzó y Facundo Manes, entre otros. Esto fortificaría al espacio y permitiría que la oposición apoye las políticas futuras a implementar.

En el caso de Monzó, empezó a ordenar los papeles del Congreso, a negociar los últimos acuerdos parlamentarios con el PJ antes de dejar su lugar y a conversar de a poco la transición con su amigo Sergio Massa, su sucesor si es que el candidato presidencial del Frente de Todos confirma en octubre su triunfo de agosto.

Cuatro años después de que Macri y Carrió ultimaran en el living de su departamento el acuerdo que publicitaron con una foto en los parques de Palermo, en febrero del 2015, el titular de Diputados se mueve con mucha más comodidad en rondas de café con los dirigentes del PJ y del kirchnerismo que con los del Gobierno.

Alberto Fernández después de octubre, tendrá  que empezar a decirle a la gente que él no tiene la varita mágica y que el escenario que viene con el endeudamiento que deja Macri, es muy difícil de revertir. Esta es la llave para garantizar que sus primeros cien días de gobierno no se carguen de tensiones sociales.La sociedad ya no se banca más ajustes. Habrá que buscar otro camino. Algún adelantado dijo que si continuamos hablando y actuando con las mismas ideas de los últimos ochenta años, seguiremos cometiendo los mismos errores. Por eso, sería conveniente revisar nuestra cadena de pensamientos.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Para consultar su blogs, dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapas.