La “intervención consensuada” sería la la salida para que el proyecto llegue a buen puerto y sea puesto en marcha en la temporada 2016/17. Expuso Tebas, de la LFP, y las elecciones quedan en el ojo de la tormenta.

La Súper Liga avanzó hacia su concreción a través de una ruta enripiada que, según sus más entusiastas impulsores, necesitará de un transporte especial llamado "intervención consensuada" para llegar a buen puerto antes de agosto, cuando comenzará la temporada futbolística 2016-2017, en desmedro inclusive de las elecciones a presidente de AFA previstas para el próximo 30 de junio.

La ajetreada jornada en el predio de AFA donde normalmente es noticia el seleccionado argentino de fútbol y no el "juego" de sus dirigentes, contó con la visita del titular de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), de España, Javier Tebas, que ilustró a los conductores de los distintos clubes de primera división y el ascenso respecto de las bondades de la Súper Liga.

Las explicaciones del abogado costarricense naturalizado español, que conduce la LFP desde 2014 y anteriormente, en 2008, fue quien introdujo en esa liga al por entonces solamente conductor televisivo Marcelo Tinelli a través de su gestión al frente del Badajoz, cuya dirección técnica ejerció nada menos que José Pekerman, convencieron hasta a los más escépticos.

Prueba de ello fue que el propio presidente de Olimpo, de Bahía Blanca, Alfredo Dagna, "segurista" declarado, admitió "coincidir" con "el 95 por ciento de la instrumentación de la Súper Liga", aunque advirtió que "no hay apuro en implementarla ya mismo, para agosto, sino que se puede esperar un tiempo más para que todo se estructure con prolijidad".

La presentación de Tebas, que llegó a Buenos Aires procedente de Madrid a las 9 y regresó a la capital española en un vuelo de las 21, dejó abierta una reunión especial de Comité Ejecutivo en la que sus 44 integrantes iban a votar por la instauración de la Súper Liga, para lo que se necesitaba la aprobación de la mitad más uno, pero no se pudo llevar a cabo porque los clubes del ascenso y el titular de Independiente, Hugo Moyano, decidieron no dar quórum.

Ante esta situación se resolvió que mañana se desarrollará entonces sí la habitual reunión de los martes del organismo, que se llevará a cabo desde las 18 nuevamente en Ezeiza.

La idea de provocar una acefalía le abre así una puerta a la intervención, algo que sin embargo no afectaría la participación de los equipos argentinos en torneos internacionales, incluyendo al seleccionado argentino que el 6 de junio debutará en la Copa América Centenario, de los Estados Unidos, frente a Chile.

Y esto es así porque los principales impulsores de la Súper Liga ya gestionaron ante el flamante presidente de FIFA, el suizo Gianni Infantino, la consumación de esta intervención "solamente por unos 15 días", con el objetivo de "normalizar" la conducción del fútbol argentino y la conformación de su nueva estructura, sin recibir por ello castigo alguno.

Esto evitaría que la Súper Liga transitara por una vía paralela en vez de pertenecer a la órbita de la AFA, algo que sucede justamente en España, donde la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) contiene a la LFP, pero esta tiene su jurisprudencia independiente de aquella y negocia contratos por cuenta propia.

Por eso fue importante que a última hora de la noche se sentaran juntos en AFA Viamonte su titular, Luis Segura, el presidente de Lanús, Nicolás Russo, aspirante al cargo, y el titular de Estudiantes de La Plata, Juan Sebastián Verón, uno de los más fuertes impulsores y gestionadores de la Súper Liga, que desmintieron cualquier renuncia al Comité Ejecutivo (se habían divulgado las de Daniel Angelici, Rodolfo D'onofrio y Matías Lammens, de Boca, River y San Lorenzo, respectivamente) y dejaron abierta cualquier resolución o acuerdo para la reunión de mañana.

Inclusive trascendió que el propio Marcelo Tinelli iba a renunciar a la vicepresidencia tercera de San Lorenzo, algo que coincide con la necesidad de que la Súper Liga tenga un CEO que no pertenezca formalmente a ningún club, lo que dejaría al conductor televisivo en condiciones de ponerse al frente de ella, declinando entonces su candidatura a presidente de AFA. O sea que, en definitiva, llegaría a una posición similar por otro camino que no sería el de las urnas.

Por lo pronto, hoy en día, de los 30 equipos de primera división, 22 apoyan la implementación de la Súper Liga y ocho se oponen, lo que da un claro indicio de hacia donde sopla el viento en este tema.

Los 22 que están a favor de la Súper Liga son Boca Juniors, River Plate, San Lorenzo, Racing Club, Banfield, Temperley, Rosario Central, Newell's Old Boys, Unión, Colón, Vélez Sarsfield, Estudiantes de La Plata, Lanús, Godoy Cruz, San Martín de San Juan, Belgrano de Córdoba, Tigre, Argentinos Juniors, Atlético Tucumán, Huracán, Defensa y Justicia y Aldosivi de Mar del Plata.

Y los ocho que se manifiestan en contra son Gimnasia y Esgrima La Plata, Arsenal, Quilmes, Olimpo, Patronato, Independiente, Atlético Rafaela y Sarmiento de Junín.

Lo representantes de todos ellos, más los del ascenso y el fútbol del interior se verán las caras mañana desde las 18 en el predio afista Julio Humberto Grondona, de Ezeiza, donde empezará a decidirse fuera de sus preciosos campos de juego nada menos que el futuro del fútbol argentino post 'Don Julio'.