El mercado de la cerveza artesanal después de 55 días de parate por la pandemia, también atraviesa su peor momento. El 85% de los bares dedicados a esta especialidad tuvieron una baja del 90% de su consumo desde que arrancó la cuarentena, comparado con el mismo período del año anterior. Lo más grave, es que uno de cada tres ya redujo su personal para “garantizar la subsistencia de la empresa”, en caso de no recibir financiamiento estatal.

El mismo cuadro de situación se observa en la industria a nivel país. Las estadísticas dan cuenta que el 90% de los productores redujo sus ventas en 90%, dado que la mayoría de bares, restaurantes y polos turísticos se encuentran cerrados. Hay que tener en cuenta que el sector cuenta con 600 industrias, 2250 puntos de venta y 1500 pequeños productores, generando empleo para 6500 personas de manera directa y a 50 mil en forma indirecta.

En el mercado local se comenta que hay cervecerías que empezaron a tirar cerveza porque se les pudrió y hay localidades enteras que dependen del turismo, como Villa General Belgrano en Córdoba, en donde la industria es fuerte y se reactiva en Semana Santa o San Patricio. En ciudades como Bariloche directamente prohibieron el delivery de alcohol, que es el único método de venta. Y las multinacionales, que concentran el mercado, venden a precios irrisorios que no permiten la competencia. Los bares y restaurantes estiman que estarán entre los últimos sectores en flexibilizarse.

El sector está conformado por pequeñas empresas. El 90% de las industrias tienen menos de 10 empleados. El panorama sobre "el día después" es oscuro. El 30% de los productores tuvo la confirmación de que la mitad de sus clientes no volverán a abrir sus puertas después de la cuarentena. En tanto, más de la mitad de las empresas piensa que, sin asistencia estatal, no tendrá otra opción que reducir personal “para subsistir”.

Frente a este cuadro de situación se encuentran complicadas marcas que se volvieron clásicas entre los argentinos, como Antares, Buller, Peón del Águila, Beagle. Fuentes confiables revelaron que si bien el comercio electrónico es posible, genera un ingreso ínfimo de apenas el 10% de la facturación habitual. Necesitan vender 25 mil litros para cubrir costos en una estructura de hasta 10 empleados. El sector espera que se habilite el “take away” como estudia la Ciudad de Buenos Aires. Además, sacarán una aplicación en donde estén todas las marcas para poder comercializar. 

El caso de los bares y puntos de venta es similar. Más del 80% de los comercios son empresas de menos de 20 empleados que venían golpeados en los últimos años, sólo en 2018 y 2019 cerraron 600 cervecerías en todo el país. En el caso de las fábricas, el 75% ya se encontraba endeudada antes de la cuarentena. Por la ruptura de la cadena de pagos, la mitad no podrá cobrar por los productos ya vendidos. El porcentaje asciende a 78% en los bares y restaurantes. En cuanto al financiamiento, el 70% utilizará recursos propios de la industria o los accionistas. Mas del 95% de los bares cerveceros cree que cesará operaciones en menos de 60 días si el estado no provee soluciones.

Por este motivo, le enviaron una carta al presidente y al Ministerio de Desarrollo Productivo. Solicitan créditos a tasa cero, suspensión de embargos, prorrogar la suspensión de desalojos, la suspensión del pago de servicios y reducción impositiva, como la eliminación del impuesto interno al alcohol, de 8,7%.