Mara Laudonia

La revelación de los Panamá Papers y la investigación del Consorcio Internacional de Periodistas (ICIJ) puso de manifiesto que varios futbolistas argentinos reconocidos, entre ellos Lionel Messi, tienen sociedades offshore, mientras que en la nómina de 1200 argentinos del buffet Mosack Fonseca de intermediarios, también se encontraron empresarios argentinos relacionados con sector exportador frutihortícola y de granos.
Precisamente en lo que hace al rubro exportador, suelen utilizar este tipo de sociedades por los beneficios que les representan y que en muchos casos se explica con la posibilidad de subfacturación o sobre facturación para pagar menos impuestos a nivel local.
En el caso de los futbolistas, muchos de ellos abren una cuenta offshore para vincularse con las multinacionales deportivas con las que firman un contrato por regalías por el uso de la imagen en ropa o merchandising, vínculo que les permite eludir el pago de impuestos en Argentina en el caso de que no lo declaren ante el fisco.
A modo de ejemplo, una multinacional deportiva con sede en Argentina debe pagar el 5% de regalías a un club de fútbol. Este empresa tiene -a nivel internacional- una firma offshore que se dedica a recibir ingresos de sus filiales en los distintos países en donde opera para el pago de regalías y para direccionar el pago de esas regalías a los clubes de fútbol, que también suelen tener una cuenta offshore.
Estos clubes de fútbol, para mantener la transacción fuera del sistema argentino, a su vez le pagan a los futbolistas también a través de una cuenta offshore. En el camino del dinero, probablemente el jugador reciba sólo una porción del pago inicial de regalías, tras pasar las mismas por distintas manos, y por ende, distintas comisiones.
Así las cosas, la multinacional con sede en argentina elude por varias vías el pago de impuestos, que son difícilmente detectables para el fisco, y en eso conlleva a una cadena que arrastra a clubes de fútbol y a futbolistas.
Ese este último caso, la filial argentina podría estar aumentando el gasto vía sobrefacturación hacia la empresa offshore perteneciente el grupo, lo que hace que disminuya la base impositiva en Argentina (y en todos los países en donde opera) para pagar Ganancias.
Por otro lado, puede suscribir un virtual crédito con la casa matriz, para girar dividendos al exterior, situación en la que que en muchos casos los créditos no son del todo comprobables. En este último ejemplo, se genera un gasto mayor, y por ende también bajan los impuestos a pagar. En definitiva, la creación de la offshore genera de por sí gastos de servicios adicionales de la filial local, que van a parar como ingresos en la compañía ubicada en los paraísos fiscales.
Esto no necesariamente es lo que le sucedió al futbolista Lionel Messi, quien fue acusado en España por defraudar al fisco por 4,1 millones de euros. Messi a través del uso de empresas offshore en Uruguay y Belice, simuló haber vendido su derecho de imagen y logró eludir por un tiempo al fisco español.
En este caso, Messi había vendido sus derechos de imagen a un precio bajísimo a una sociedad offshore, donde el futbolista era el beneficiario final. Esa sociedad era la encargada de comercializar los derechos de imagen a precios muchos más altos, y de esta forma el dinero por el uso de derechos de imagen del astro quedaba fuera de España, sin estar gravado ante el fisco español.
En Argentina, además de los futbolistas, también las exportadoras de frutas y granos suelen utilizar sociedades offshore como intermediarias, que les da un margen de maniobra para sobrefacturar y fugar divisas al exterior, o bien subfacturar y pagar menos impuestos. Otro provecho que suelen buscar es el de revender los productos a un precio más alto Enviado desde mi iPhone
De esta forma los argentinos del rubro frutihortícola arman una empresa offshore para recibir parte del pago de las exportaciones, que nunca llegará por el mercado de cambios argentino.
Esta práctica se profundizó con el cepo cambiario y las exportaciones de soja vía Paraguay, a través de un esquema de subfacturación y contrabando.
A modo de ejemplo se puede citar que las exportaciones de soja desde Paraguay tuvieron en 2013 un crecimiento extraordinario de 58,6% respecto al año anterior. Esa suba -según los especialistas- no tuvo que ver con variaciones en el precio internacional del commodity ya que durante ese período la tonelada de soja se contrajo un 4 por ciento, llegando a un nivel de 517 dólares desde los 539 que promedió en 2012. Por lo que deducen que gran parte de la soja exportada desde Paraguay era en realidad de origen argentino.
Otro dato es que Paraguay, a diferencia de la Argentina, tiene un sistema tributario en donde no grava la renta del exterior.