La baja fue entre el primer semestre de 2018 y 2019, según estudios del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV).

Las pérdidas se dieron en la venta de automóviles, que bajó un 53,8%; camiones un 53,2%; las motos el 49%; y los utilitarios redujeron un 42,1%.

Durante el primer semestre de 2019, como consecuencia de la crisis económica, la caída del poder adquisitivo de la población, las elevadas tasas de interés, la ausencia de financiación y la devaluación, las ventas de vehículos a concesionarios se derrumbaron un 55,6%.

El informe advierte a su vez que la capacidad instalada en la industria automotriz se redujo un 15% y se convirtió en el peor número de los últimos 15 años.

En base a datos del Indec, "en los primeros cuatro meses de 2019 las terminales que producen en el país sólo utilizaron el 32,2% de su capacidad instalada”, y que “el deterioro en la actividad local se conjugó con un mayor nivel de ventas internas, traccionadas por las unidades de lujo, mayormente producidas fronteras afuera”, reveló la institución académica.

En el primer semestre de 2019 sólo el 27,7% de las ventas fueron de producción local, lo que representa el número más bajo en 5 años.

“El desplazamiento de la producción local por los vehículos importados trajo aparejado la pérdida de puestos de trabajo que se profundizó a lo largo de la gestión de Cambiemos: en los últimos tres años se perdieron casi 5 mil empleos en el sector”, aseguró el informe.