Mientras que la jubilación mínima aumentó 172% en los últimos tres años, durante ese período los medicamentos --muchos de ellos vitales para las personas mayores-- tuvieron una suba promedio de 314% en el mismo período. En tanto, si bien los jubilados pasarán a cobrar en junio un piso de $11.525, una persona mayor necesita más de $30 mil para no ser pobre.

Los datos respecto a la inflación de los medicamentos surgen a partir de un informe del CEPA. CEPPEMA, ALGEC, en el cual se estudio el incremento de los precios entre mayo de 2015 y mayo de 2019 en comparación con la jubilación mínima.

Si se tiene en cuenta este último aumento de junio, la jubilación tuvo una suba del 201% en ese tiempo, mientras que algunas medicinas esenciales incrementaron su precio en un 784%, como en el caso del Acenocumarol (Sintrom) para patologías cardiovasculares, un anticoagulante necesario para evitar Accidentes Cerebro Vasculares en personas que padecen arritmias cardiacas.

También sufrieron fuertes incrementos los medicamentos para enfermedades respiratorias y osteoarticulares, todos los cuales son los más requeridos por personas mayores.

"Solamente en el mes de mayo de 2019, en promedio, los precios de los 50 principales medicamentos crecieron 4,2%. El promedio de los 10 medicamentos que más aumentaron en el mismo periodo alcanzó 7,9%, entre los que cabe destacar aumentos de hasta un 9,2%", destacaron.

En este sentido, indicaron que "estos aumentos se agravan dada la modificación de la Resolución N° 005 de PAMI, que agrega condiciones extraordinarias para poder acceder al subsidio del 100% de cobertura en medicamentos, lo que se traduce en una disminución del acceso de jubilados/as a esta prestación". Entre estos requisitos se incluyen tener ingresos inferiores a 1,5 haberes previsionales mínimos, no ser propietario de más de un inmueble o no poseer un vehículo de menos de 10 años de antigüedad.

La consultora consideró que "la reforma previsional de diciembre del año 2017 tuvo un fuerte impacto en la evolución de los haberes jubilatorios y del conjunto del sistema previsional", ya que "el aumento de la jubilación mínima" luego de haber sido aprobada en el Congreso "fue sólo de 28,4% (comparando el periodo enero 2018/enero 2019", al tiempo que "la inflación acumulada de 2018 alcanzó el 47,6%".

Por otra parte, según el informe, "el poder adquisitivo de la jubilación mínima se retrajo 18,3%", lo cual "representa $2.110 mensuales aproximadamente", si se considera el último aumento de junio. "Las proyecciones del gobierno nacional para 2019 plantean recuperación del poder adquisitivo, pero ello se encuentra condicionado a que la inflación del segundo semestre de 2019 sea menor a la del primer semestre ya que en los primeros seis meses del año se estima una inflación de 22,4%1 y las jubilaciones se actualizarán 24%", explicaron.

A esto hay que agregar que, si se suman los gastos básicos entre los que se incluye el posible traslado en remis para quienes tienen movilidad reducida, dietas especiales y cuidados domiciliarios, la Defensoría de la Tercera Edad calcula un costo de la Canasta para Personas Mayores de $30.524. "Por lo tanto, el 60% de los jubilados, que son los que cobran la mínima, son pobres".

En Argentina en el año 2009 el 44% de las defunciones de personas de 60 años y más correspondieron al aparato circulatorio, el 26% a tumores y el 21% a enfermedades del sistema respiratorio. Sólo el 5,5% de las muertes fueron por causas de enfermedades infecciosas y parasitarias (Informe de Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud de la Nación).

Por otra parte, dado que este mes finaliza la moratoria para mujeres y en 2017 terminó la de hombres --sin renovación alguna por parte del Gobierno--, miles de personas que no tengan hechos los aportes necesarios para acceder a una jubilación se verán obligadas a percibir una pensión universal de los adultos mayores (PUAM) que equivale al 80% de la jubilación mínima, modelo por el que el Estado pretende reemplazar las jubilaciones tradicionales.