El discurso de Mauricio Macri levantó olas y produjo una fuerte reacción negativa, incluso dentro de los ciudadanos que se consideran independientes. Nada menos que el 61 por ciento calificó con un “mal” o un “muy mal” el discurso. Hubo un 25 por ciento que sintió bronca, un 20 por ciento preocupación y otro 20 por ciento incertidumbre.


Una especulación es que las palabras del mandatario solo estuvieran dirigidas a su núcleo duro, que alcanza el nada despreciable porcentaje del 31 por ciento.
Las conclusiones surgen de una encuesta nacional realizada por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que dirige Roberto Bacman. El sondeo se concretó durante la tarde del viernes, horas después de que Macri pronunciara su discurso que comenzó a las 11 y terminó a las 12, y se procesó a la noche. En total fueron entrevistadas, a través del teléfono, 800 personas, con respeto por las proporciones de edad, sexo y nivel económico-social.
Si, en cambio, se pensara que el discurso tuvo un objetivo electoral por fuera de ese núcleo, el resultado habría sido un fracaso: los candidatos, como ya lo es Macri, siempre buscan llegar a los votantes que no son seguros, a los que no pertenecen al núcleo del candidato. La realidad es que en esa franja le fue mal. Ni el enojo ni la incertidumbre ni la preocupación son sentimientos positivos en términos políticos.
“Todo indica que el Presidente no logró su objetivo y la mayor parte de los argentinos no le creyó”, dijo Roberto Bacman, el titular del CEOP. “Tampoco confiaron en sus palabras los mercados. Mientras el presidente hablaba el dólar trepaba 70 centavos, bajaban las acciones y el riesgo país superaba los 700 puntos básicos.”