Con un gran hermetismo y en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, Mauricio Macri despidió a su padre Franco Macri, quien había fallecido el sábado por la noche.

El presidente fue uno de los primeros en llegar al lugar acompañado de su esposa Juliana Awada, pero no se dejaron ver. La entrada del lugar permanece cerrada y custodiada por agentes de las fuerzas federales y de la Policía bonaerense.

Antes, a través de su cuenta de Twitter, el Presidente había agradecido y pedido que sea "un día de intimidad familiar": "Gracias de corazón por los mensajes, llamados, tuits y comentarios que recibí desde anoche. No llego a responder todos pero sepan que su afecto y apoyo son la energía que necesito para seguir adelante. Gracias a todos”.

Y Luego agregó: "Entiendo que en el día de hoy mucha gente quiere acercarse a manifestarme su cariño y apoyo. Pero queremos que sea un día de intimidad familiar. Por eso les pido a todos que nos permitan a mi familia y a mí la soledad que estos momentos requieren".

La ceremonia religiosa y el entierro duraron cerca de una hora, y se desarrolló en un marco cerrado, sólo para los allegados más íntimos de la familia.