Mientras aumenta en todo el país la cantidad de personas que no tiene ni siquiera para comer y, particularmente, en la Ciudad de Buenos Aires hubo una grave suba de las personas que viven directamente en la calle desde que Macri gobierna el país, Larreta inauguró la respuesta del macrismo porteño a esa situación: contenedores anti-pobres para “evitar" que los más necesitados los abran y saquen basura para alimentarse.

 El gobierno instaló contenedores “inteligentes” en la renovada avenida Corrientes, con el objetivo explícito de “evitar que la gente se meta y saque basura”, tal como textualmente explicó Eduardo Macchiavelli, el ministro de Espacio Público porteño.


Los flamantes basureros anti-pobres funcionan con tarjetas magnéticas que estarán exclusivamente en manos de los frentistas de Corrientes. De esta forma, las personas en situación de calle y de indigencia ya no podrán acudir a ellos en busca de recursos de sobrevivencia.

Justamente, esta situación, la indigencia, es una problemática que se expresa fuerte en las avenidas más importantes de la ciudad más rica del país, donde todas las noches duermen cada vez más familias.


El sistema de contenedores “inteligentes” consiste en un sensor que únicamente se abre con unas tarjetas magnéticas que están en manos de los frentistas. Cuando un vecino quiere abrir la tapa del contenedor, debe apretar un botón y apoyar la tarjeta en un lector que hace que el habitáculo se destrabe. Según consignó Cadena 3, “si bien sólo funcionan en esta calle del centro porteño, podrían ampliar el sistema al resto de la capital”.


El lunes a primera hora, el propio Larreta participó del estreno de estos contenedores anti-pobres. “Hoy 7am estrenamos 18 nuevos contenedores inteligentes con el Jefe de Gobierno y máximas autoridades del GCBA. Los vecinos recibieron tarjetas magnéticas para uso exclusivo de los contenedores que se mantienen cerrados en este plan de renovación de Av. Corrientes”, difundió la empresa Veolia, abocada a “servicios ambientales”.