La inflación acumula 200,2% durante la presidencia de Mauricio Macri, un lapso en que los indicadores económicos como crecimiento, deuda, desempleo y pobreza mostraron desempeño negativo, de acuerdo con el último informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano.

Estos datos se conocen luego de que la titular del Fondo Monetario Internacional ( FMI), Christine Lagarde, calificó de "increíblemente complicada" la situación argentina y agregó que desde el organismo subestimaron la inflación.

"Muchos jugadores, nosotros también, subestimamos un poco cuando empezamos a tratar de armar con las autoridades argentinas un programa", dijo Lagarde en Washington durante una conferencia organizada por el Instituto de la Empresa Americana.

El CENE, dirigido por Víctor Becker, destacó que el crecimiento de los precios al consumidor en 2016 fue del 41%, según los datos del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En 2017, se había reducido al 24,8%, según el Indec. Pero en 2018 trepó al 47,6%, y en abril de 2019 alcanzaba al 55,8% anual.

Pero no fue lo único que creció durante el gobierno de Macri, sino que, en paralelo, la deuda externa creció un 63,1%.

“A fines de 2015, la deuda externa bruta total ascendía a 170.414 millones de dólares. Un año más tarde, había trepado a 188.216 millones de dólares, mientras que a fines de 2017 ascendía a 232.952 millones y al concluir 2018 totalizaba 277.921 millones”, enumeró Becker.

“El producto bruto interno creció en 2016 un 2,4%, y en 2017, un 3,4%. Pero cayó un 2,5% en 2018. Para el 2019, el FMI estima una caída del 1,2%”, observó el economista del CENE.

Quizás el mejor número que puede mostrar el Presidente es el superávit de la balanza comercial, aunque el declive se debe más a la caída de las importaciones, sobre todo de bienes de capital y de consumo, que al despegue de las exportaciones.

El CENE destacó que en 2016 se verificó un saldo positivo de 65 millones de dólares. En 2017, dicho balance se tornó negativo en 847 millones de dólares. En 2018 volvió a tener signo positivo, con un superávit de 1.369 millones de dólares, y en el primer cuatrimestre de 2019 acumula un saldo positivo de 3.147 millones de dólares.

Pobreza, desempleo y uso de la capacidad instalada no dejan buen balance, con los indicadores apenas empatados en relación con 2015.

“En materia de desempleo, el primer relevamiento realizado por el Indec tras su normalización correspondió al segundo trimestre de 2016 y arrojó un 9,3%. Un año más tarde, el indicador había descendido al 8,7%. Pero para el segundo trimestre de 2018 había trepado al 9,6%”, señala Beker.

Con respecto a la pobreza, Becker destacó que “los datos del segundo trimestre de 2016 indicaban que había un 32,2% de personas viviendo bajo esa línea. En el primer semestre de 2017, dicho guarismo había descendido al 28,6%. Un año más tarde se ubicaba en el 27,3%, pero a fines de 2018 había trepado al 32%”.

La utilización de la capacidad instalada de la industria, finalmente, alcanzaba al 62,7% en enero de 2016. Un año más tarde había descendido al 60,6%. En enero de 2018 trepaba al 61,6%. Pero en igual mes de 2019 se desplomaba al 56,2%, de acuerdo con el último reporte del CENE.