*Por Jorge Joury

El Presidente debería dejar de hacer pronósticos, para evitar que la realidad no lo ponga en penitencia. El miércoles pasado Mauricio Macri se atrevió a decir que la inflación estaba bajando y que comenzaba el tiempo de volver a crecer en la Argentina. Un día después, el propio Indec lo desmintió: la inflación está en alza y, dentro de ella, lo que más sube es el precio de los alimentos. En la opinión del grueso de los analistas, la crisis es demoledora, con indicadores productivos y sociales tales que hay que remontarse a la debacle de 2002 para registrar peores.

El salto de la inflación de enero, del 2,9% a nivel nacional, puso de relieve que este año también puede caer el poder adquisitivo de la población. Los especialistas sostienen que salarios, jubilaciones y pensiones, y asignaciones familiares podrían volver a perder la carrera ante la suba de los precios, luego de un 2018 en el que los precios le sacaron una distancia a los ingresos de al menos el 11% en el caso de los salarios y del 13% en las jubilaciones.
Es probable que a este ritmo, la inflación este año ronde el 40% y donde pega con ímpetu es en el conurbano, la franja donde más se sienten las penurias por la falta de trabajo y los tarifazos. Electricidad, combustibles, transporte y prepagas, van a ser rubros que harán que el costo de vida se acelere. Algunos de estos componentes tienen impacto directo y de segunda ronda, porque son insumos y afectan a toda la cadena de valor. Precisamente, los próximos tres meses vienen con aumentos en las tarifas y servicios, a lo que se puede agregar que en marzo se suman los incrementos en la canasta escolar.

La Encuesta Semestral Económica (E.M.E.), elaborada por los 120 colaboradores de la ONG Defendamos Buenos Aires, encendió las alarmas al informar que el 2019 se inició con una profunda recesión en toda la provincia de Buenos Aires. De acuerdo con estos datos, fueron decenas los comercios que cerraron sus puertas durante el mes de enero.

Otra postal de la realidad da cuenta que los deudores de tarjetas, créditos personales y colegios privados aumentaron un 25% y muchos están obligados a soportar altísimos intereses para refinanciar una deuda de 12 meses a tres o cuatro años.

LA PRECARIZACION DOCENTE
Otro sector que sufre el impacto de la crisis, son los docentes, Hasta el año pasado, al 90 por ciento de los maestros le alcanzaba el salario individual para superar la Canasta Básica Total de una familia con 4 integrantes, que el Indec utiliza para medir la pobreza. Este año, el porcentaje se dio vuelta drásticamente y el 80% de los trabajadores de Educación Primaria, Jornada simple y Enseñanza Común con 10 años de antigüedad, “se encuentra por debajo de la línea de pobreza regional de Indec y solo siete provincias presentan promedios salariales por encima de la línea”, aseguró un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

La evolución del consumo masivo suele ser un fiel reflejo de los vaivenes del salario real y las prestaciones sociales. Es que los sectores de menores ingresos son quienes gastan una mayor porción (por no decir la totalidad) de sus ingresos. Con el derrumbe del 11,6% del salario real registrado y la caída del 13% en las jubilaciones, el retroceso era descontado.

Así, las familias estiraron la vida útil de los productos, cambiaron a marcas más económicas e hicieron un uso más intensivo de las promociones. "Las terceras marcas acumulan seis trimestres consecutivos de crecimiento. Mientras que las primeras caen en todos los sectores, principalmente en refrigerados/congelados y bebidas.

Además las familias ahora están achicando gastos, por ejemplo, en la indumentaria, o eliminando el seguro del auto o el pago de cocheras. Ahora dejan sus vehículos en la calle.

MENOS BASURA PORQUE SE CONSUME POCO

Otro dato a tener en cuenta es que hay menos basura y material reciclable en las calles porque los vecinos consumen menos. Cooperativas que se dedican a esta actividad en la zona sur advierten que los recolectores urbanos de residuos deben caminar el doble y aún así no alcanza.
En lo que tiene que ver con los supermercados, se los ve casi desolados. Solo muestran signos de dinamismo en los miércoles en que aparecen las súper descuentos del Banco Provincia.

Un caso concreto de la decadencia en el sector alimentos es el gigante marplatense Toledo, que se encuentra al borde de cerrar. El dueño de ese emporio, Antonio Toledo, asegura que la situación económica “no da para más” y dio un angustiante pronóstico al afirmar que de seguir así, “no sé si llegaremos a mayo o junio”.

La recesión además pega fuerte en los diarios provinciales, que han visto reducidas significativamente sus ventas. Las concesionarias de autos tienen los registros más bajos de comercialización de las últimas décadas. Y los cines, restaurantes, bares, pizzerías y hasta los hoteles alojamiento, sienten la misma merma, pese a lanzar permanentes promociones.

Frente a este escenario, varios intendentes admitieron que se ha caído la recaudación, "ya que la gente prefiere pagar como puede los servicios básicos y se empieza a atrasar con los impuestos".

CON EL ALIENTO EN LA NUCA DEL FMI NO SE CRECE
Todo esto ocurre, mientras la Casa Rosada celebra la estabilidad del dólar y le muestra orgullosamente al FMI el cumplimiento de las metas fiscales. Pero los últimos datos que se conocen sobre la actividad económica,dan cuenta que se están cerrando en promedio 25 pymes por día a nivel nacional y 80 comercios solamente en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano.

Es el número que estamos manejando con la Unión Industrial Argentina, pero no llega a representar la gravedad de la situación. Porque si bien es una cifra enorme de pymes que están cerrando, muchas otras se trasladaron a la economía informal, generando un esquema de precarización productiva que va a tener consecuencias muy graves a futuro", aseguró Ariel Aguilar, dirigente de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA).

Para colmo, las autoridades gubernamentales no solo no ofrecen ningún tipo de contención, sino que están anulando las históricas herramientas que utilizaba el sector como el financiamiento a tasas blandas del Banco Nación.

A pesar de que su objeto social es la promoción de la actividad económica, la entidad que comanda González Fraga suspendió las operaciones de descuento de cheques y no se sumó al plan de apoyo a las pymes "por falta de fondos", pero es utilizada continuamente como caja del Tesoro, que sólo esta semana tomó 40 mil millones del banco para financiar los gastos del Estado.

A su vez, Dujovne recientemente decidió elevar las tasas de las pymes morosas del 3% al 4,5% para los intereses resarcitorios y del 4% al 5,6% mensual para los punitorios, en una insólita medida que no mejorará la recaudación, sino que lo más probable es que aumente los niveles de morosidad.

EL TEMOR A LOS NUEVOS INDICES DE POBREZA
La crisis generalizada que se observa en todos los frentes, según INDEC, generó el cierre “una de cada dos fábricas” en territorio bonaerense, con un paulatino aumento de la pobreza y el desempleo. Esta situación se concentra en distritos de fuerte peso como Mar del Plata o La Plata.

En la ciudad gobernada por Carlos Arroyo, por caso, alrededor de 50 mil marplatenses cayeron bajo la línea de pobreza durante el tercer trimestre del año pasado, que se traduce en unas 16 mil familias, según balances del INDEC. En tanto, en la ciudad de Tandil, la Secretaría de Desarrollo Económico distrital reveló que durante el año pasado cerraron sus persianas unos 400 comercios.

La propia ministra de Salud y Desarrollo Social bonaerense, Carolina Stanley, abrió el paraguas pata alertar que el próximo índice de pobreza “puede ser un poco peor de los últimos datos que se conocieron”. Stanley alejó aun más el mentado objetivo de “pobreza cero”, luego de que los números oficiales arrojaran un “27,3% durante el primer semestre de 2018” y los de la Universidad Católica Argentina anunciaran un promedio “del 33,6%”. Macri se encamina sin prisa ni pausa rumbo al 40% de pobreza a fines de 2019, cuando en diciembre de 2015 este guarísmo rozaba el 25%. Así las cosas, al concluir su gobierno habrá al menos 6,2 millones de nuevos pobres, solo en cuatro años.

EL SECTOR FABRIL CON LA SOGA AL CUELLO
En las fábricas y pymes la situación también es delicada. De acuerdo con datos también del INDEC, la utilización de la capacidad instalada en el sector fabril se ubicó en diciembre pasado “en el 56,6%, lo que significó una baja del 7,4% respecto del registrado en el mismo mes de 2017 (64%)”. Según el balance, es la cifra más baja desde julio de 2002.

Los sectores que más sufrieron la recesión de la era Macri fueron la industria automotriz -que mostró en diciembre del 2018 una capacidad instalada de apenas el 25,6%-, el textil -cuyo nivel se encuentra en el 32,3%- y el de metalmecánica, con el 42,8%.

Mientras tanto, los tarifazos en los servicios de agua, luz y gas no dan respiro en los ingresos del sector trabajador y de la mediana empresa, que encuentran cada vez más difícil afrontar los gastos. Desde la CAME insisten con que el macrismo tome cartas en el asunto, después de “13 meses consecutivos de descenso de las ventas minoristas y 8 meses de la producción industrial”.

LOS SONIDOS DE LA BRONCA POR LOS TARIFAZOS
Otro aspecto que enciende las alarmas es el malhumor social por los tarifazos, que impactaron en diferentes puntos del conurbano con protestas callejeras denominadas ruidazos.

En el material didáctico que se distribuyó en distintos barrios, los manifestantes detallaron la suba de los servicios públicos desde 2016: un 3624 por ciento de aumento en electricidad, un 2401 por ciento en gas natural, un 1025 por ciento en el agua corriente, un 601 por ciento el boleto de tren y un 494 por ciento en colectivos. En los últimos días afloró la nueva modalidad de piquetes en countries. Con esta metodología, los movimientos sociales intentan despertar a la clase política que vive en esos lugares.

Mientras tanto, las familias bonaerenses están comprando lo justo, pagando deudas, podando todos los gastos que pueden esperar. Después de la fuerte pérdida de poder adquisitivo del año pasado y lo que va de 2019, y pasadas las vacaciones, lentamente se van acomodando a una realidad más austera. Ese proceso va a seguir hasta junio, por lo menos.

En materia de desempleo, también Macri pierde por goleada .Elevó la tasa que dejó el kirchnerismo de 5,9% al 9%, un 50% más de desempleo en solo tres años. Y se va a sentir el impacto del menor ingreso, el mayor costo del financiamiento al consumo, el aumento en el desempleo, los cierres de empresas, todos factores que están empobreciendo y debilitan la demanda.

El malestar social que provoca la pérdida de poder adquisitivo ha derivado en que, según recientes estudios, la inflación se ha convertido en el principal problema a resolver para la población. Según algunos encuestadores, una parte del resultado electoral de octubre dependerá de lo que surja de la puja entre los precios y los salarios. El tema económico es una mochila para el Gobierno, principalmente en un año electoral donde el bolsillo puede descargar todas sus broncas en las urnas.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP. Su correo electrónico es jorgejoury@gmail.com.