Por el efecto dólar la carne sufrió un aumento del 15% en tres días, ya que las remarcaciones llegaron a supermercados y carnicerías. El incremento se debe a que hubo una retracción de la oferta ganadera ante la volatilidad cambiaria.

Según algunos relevamientos, por el asado que se conseguía a $100 por kilo en agosto, ahora está no menos de $120 y en otros casos hasta $185. Algo similar sucedió con los bifes con hueso, que de $120 por kilo superaron los $150 y más también. La nalga o la bola de lomo, para milanesas, y el vacío pasaron de $140 a $170 pesos, en los mejores casos. Al lomo resulta casi imposible conseguirlo a menos de $200. Lo que más sale en estos días, aseguran los carniceros, es la pulpa y la carne picada, para acompañar con guarniciones. Conviene señalar también que existen diferencias de precios según las zonas residenciales, por el diferente poder adquisitivo.

Aunque todos los locales de venta al público de carne han quedado alcanzados por el impacto de la trepada del dólar, desde los $30 del martes 28 de agosto a los $40, el valor en torno al cual oscila el tipo de cambio desde el jueves 30.

El asunto es cómo se sigue formando el precio una vez que los animales salen del predio de Mataderos hacia los centros de faena. Operadores del sector describieron que la hacienda en pie subió 4 pesos y eso se duplica en la media res en el frigorífico. Y vale unos $16 más en promedio por kilo cuando lo recibe el carnicero, todo lo cual lleva a 20 pesos más, como mínimo, cuando lo paga el consumidor final.

El presidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Ciudad de Buenos Aires considera que “es muy preocupante. Seguramente venderemos menos cantidad, porque junto con la suba general que ya se está viendo de los combustibles, por ejemplo, la gente verá muy reducido su poder adquisitivo. Pero no nos queda otra que trasladar la suba porque la media res ya nos llega con valores superiores a $100 por kilo”.