Algunos aseguran que Axel Kicillof, tendrá dos padrinos muy potentes, que le asegurarán un futuro sin piedras en el camino. Uno de ellos, es la ex presidenta Cristina Kirchner, la mentora de su candidatura. Kicillof es una persona tan crucial para ella, que en el reencuentro mismo con Alberto Fernández se lo planteó. No parece un tema negociable por nada del mundo.

Cristina quiere asegurarle una buena gestión, porque Buenos Aires es el territorio donde más cosecha votos y en un futuro, sueña ese terruño para su hijo Máximo. Fernández, hábil de reflejos, dice hoy que a Axel ya lo adoptó como hijo dilecto.

Hablan casi todos los días y se consultan los temas delicados. Incluso Kicillof aguarda a que Alberto defina su Gabinete para terminar de delinear el suyo. Pero ambos tienen algo en claro: Axel es soldado de Cristina. El otro padrino, que juega a pedido de su madre para  proteger políticamente la gestión, es Máximo Kirchner. Se trata de un jugador importante para apuntalar los proyectos del futuro gobernador, ya que  será el presidente de la bancada del Frente De Todos (FDT) a partir del 10 de diciembre.

Cuando consultan a Máximo, sostiene que Axel Kicillof es el ¨novio perfecto para la provincia de Buenos Aires¨ y el conflicto que suponen algunos por si es o no de La Cámpora, no lo es para ellos. María Eugenia Vidal usó la demonización de la agrupación juvenil como eje de campaña y no surtió efecto, comentan en su entorno ¿Tan mal no hicimos el armado en provincia no?, dijo el hijo de la ex presidenta la noche de la celebración de la victoria del Frente de Todos, frente a un exultante Alberto Fernández. Hay quienes señalan que su madre la primera recomendación que le dio, es que prepare un paraguas protector para que el gobernador electo pueda llevar adelante una gestión tranquila y encarrilar las finanzas bonaerenses.

El poder de Máximo será crucial en el próximo Congreso, ya que Agustín Rossi jurará ministro de Defensa y él se convertirá en el jefe de bloque más joven en la historia de la democracia: sucede a José Luis Manzano, que llegó a ese cargo por decisión de Carlos Menem.

POR EL PODER DE MAXIMO

Máximo Kirchner hará tándem político con Sergio Massa, que será presidente de la Cámara Baja. Massa tienen muy buena relación personal con Cristian Ritondo, próximo jefe de banca del PRO en Diputados, y su intención es acordar una agenda parlamentaria que satisfaga por igual al oficialismo y la oposición. 

Todos saben que Kicillof  hoy es quien ejercita el discurso más fuerte del futuro gobierno y nadie duda que lo hace en nombre de Cristina. Desde el vamos disparó: " lo que deja el macrismo es tierra arrasada". Kicillof es el elegido de "la Jefa" y en tanto le vaya bien, ayudará a preservar el poder territorial que hoy ostenta el kirchnerismo.

Máximo nació el 16 de febrero de 1977 en La Plata, aunque pasó luego la mayor parte de su vida en Río Gallegos.

En el año 2006 fundó La Cámpora, cuyo eje central sue apoyar el kirchnerismo. Ese sector proclama como uno de sus objetivos la defensa de los derechos humanos y también la formación de una “patria grande” que incluya a todos los países de latinoamericanos. Con el paso de los años, Máximo cedió su cargo al diputado nacional Andrés Larroque, no obstante, sigue siendo uno de los estandartes y pilares de organización, aunque no ocupe ningún cargo ejecutivo. Después que se separó de su mujer hace dos años, adelgazó 20 kilos y hoy se parece a su padre hasta en el tono de voz y cuando abre los brazos.

VINCULO DE CONFIANZA  CON INTENDENTES

Durante la campaña, el hijo de CFK medió y contuvo a los distintos sectores que integran el Frente de Todos para llegar en armonía a las elecciones. También debió cerrar heridas aún abiertas por el cierre de listas de junio y dejar atrás las peleas territoriales que se disputaron en las PASO del 11 de agosto. A Máximo también se le reconoce haberse acercado a los jefes comunales después de la derrota de 2015. Desde allí supo construir un vínculo de confianza con ellos,que dejó atrás la escasa relación que supo tener Cristina durante su presidencia. Desde la elección legislativa de 2017, los jefes comunales del GBA se transformaron en los principales sostenedores de la figura de la ex presidenta.

Máximo Kirchner además fue uno de los constructores de la unificación del PJ y del regreso de Sergio Massa, una de las llaves que hizo realidad la vuelta del peronismo al poder. Tiene muy buena relación con Juan Grabois, el dirigente social, a quien deberá contener para evitar que la calle se le caliente al futuro gobierno.

Algunos recuerdan que nunca rompió el vínculo con Alberto Fernández, aún después que el jefe de Gabinete diera un portazo y regresara al llano. Habían pasado apenas tres meses de la renuncia de Alberto al gobierno de CFK, en medio de la crisis política que desató la pelea con el campo y el voto ¨no positivo¨ y a Máximo le tocó jugar fuerte. Su padre le encomendó que hablara con el ex jefe de Gabinete: ¨Dale, llamalo vos a ver en qué anda¨. Máximo Kirchner nunca rompió ese vínculo, pese a que después Alberto Fernández se convirtió en uno de los peores críticos del gobierno de su madre.

JUGADOR TODO TERRENO

Hasta Sergio Massa reconoce que será un jugador clave en toda la cancha. ¨A requerimiento¨, es la frase que repite siempre en privado el diputado cuando le preguntan qué rol tendrá. Eso significa que estará donde lo necesiten, además de ser diputado.

Desde el Congreso, apuesta a construir los acuerdos políticos para que Alberto Fernández tenga las leyes que necesite. Máximo habla con muchos más dirigentes de lo que se sabe.

Peronistas y de la oposición. Y en uno de los momentos críticos del Gobierno, conversó con Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados. ¨Decile a tu jefe que tiene que sacar algunas leyes, porque esto se complica cada vez más y si no toman medidas, esto empeora¨, fue el mensaje para Macri que le envió vía Monzó. Después contó, en reuniones privadas, que no hubo respuesta alguna.

Máximo cultiva el bajo perfil. No le gusta aparecer en los medios y mide puntillosamente en qué actos políticos hablar. ¨Prefiero verme con la gente en el territorio, aunque no se entere nadie¨, suele decir. Tiene gestos calcados de su padre, como cuando abre los brazos y se ríe. Cuando habla de su madre, siempre la llama ¨Cristina¨. Tienen contacto diario e intercambian puntos de vista políticos. Es la persona en la que más confía. Y a la ex presidenta le pasa lo mismo.

LA GUARDIA IMPERIAL CAMPORISTA

Para muchos dirigentes, La Cámpora está estigmatizada y es una agrupación a la que le hacen bullying. ¨Nos atribuyen cosas que no son y un peso político que no es tal. Miren bien las listas en la provincia de Buenos Aires, están todos los sectores repartidos en proporción, incluido el de Massa¨, ha dicho Máximo Kirchner.

En el círculo íntimo del hijo de Néstor Kirchner están Andrés ¨El Cuervo¨ Larroque, también diputado y secretario general de la Cámpora, y Eduardo ¨Wado¨de Pedro, quien suena con fuerza para ministro del Interior. Los colaboradores de Máximo Kirchner aseguran que él no tiene mesa chica, habla con todos los compañeros. Prueba de eso es que la puerta de su despacho está siempre abierta.

Prefiere la comunicación en persona que por chat. Y si hay conflictos, elije sentarse cara a cara a discutirlos.

Máximo Kirchner fue quien acompañó todo el tiempo a su madre cuando terminó su mandato y Mauricio Macri se preparaba para asumir la presidencia.

La visión del hijo de los Kirchner es que Macri recibió un país mejor que el que va a dejar, y que no es incapaz sino que elige políticas que benefician a determinados sectores. ¨Podría haber mejorado la Argentina y lo que hizo fue retrasar al país. Aumentó la pobreza, el desempleo, la inflación e incrementó la deuda¨, dijo en las reuniones con militantes.

La opinión que transmite a sus allegados, es que la Argentina del 11 de diciembre es más parecida a la que recibió su padre el 25 de mayo de 2003. A Macri, lo describe como un empresario caprichoso acostumbrado desde chico a dar órdenes. "Se fue al pasto¨, es la definición que el hijo de los Kirchner hace de la gestión de Macri. Considera, según relato de sus allegados, que fue un error del Presidente no consultar nunca a Cristina, con la experiencia de dos mandatos. ¨La desperdiciaron¨.

EL DESAFIO DEL PRESUPUESTO 2020

Quienes lo frecuentan sostienen que es difícil saber cuáles son las ambiciones políticas personales de Máximo. ¨A requerimiento¨, siempre repite. Una fuente lo escuchó contestar entre sus colaboradores: ¨Tuve padre y madre presidentes, además de todos los cargos que tuvieron. Estuve en Olivos. Conozco el poder de cerca. No tengo esas aspiraciones. Lo que le atrae, es la construcción política al viejo estilo. Nada de focus group, coach, y campaña en redes.

Muy parecido al padre. A partir del 10 de diciembre tendrá una tarea ardua. Lo más difícil, será mantener la armonía del variado conglomerado peronista y darle la fortaleza política necesaria a Kicillof, sobre todo para lograr acuerdos legislativos. El primer gran desafío será el tratamiento del Presupuesto 2020.

No es un escenario sencillo. Por lo pronto, Kicillof no cuenta con legisladores propios en ninguna de las dos cámaras y aunque está a tiro del quórum en Diputados, en el Senado Vidal tendrá la mayoría.

En diciembre de 2015 las negociaciones por el presupuesto de la provincia fueron caóticas. Cuando todo parecía estar acordado para bajar el proyecto al recinto, un sector del kirchnerismo duro rompió los acuerdos y Vidal debió postergar el tratamiento para mediados de enero. Ahora la taba se dio vuelta y todo depende de la cintura de los negociadores.

  *Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Para consultar su blogs, dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapas.