Sergio Germán Sánchez, ex jugador de Defensa y Justicia, repasó en #DefensadePrimera los momentos más importantes de su carrera. Frustrado por no poder seguir en Quilmes donde comenzó, por ser muy pequeño físicamente, fue admitido en Defensa y desde ahí no paró. Llegó a los clubes más importantes del país y a nivel internacional.

En este momento de cuarentena reflexionó que "Los argentinos cada vez sorprenden más al mundo. El argentino hace lo que tiene que hacer, cumple. Me pone feliz ser argentino porque hoy todos están pensando en el vecino, ayudando al que no tiene un plato de comida. Y también por este gobierno que siempre piensa en el pobre, en el humilde".

Comentó que "en este tiempo se extraña mucho a los chicos, los jugadores. Ir a la cancha de Defensa. Comer un asado, la familia, los amigos, eso se extraña mucho. Por lo menos ahora que vivo en Ezpeleta miro por la ventana y veo los edificios de Varela, no es como cuando estaba en el exterior".

Sergio "Zapatilla" Sánchez narró sus inicios. "Yo empecé jugando en los barrios de Varela. No había liga ni categorías. Tuve la posibilidad de probarme y quedar en Quilmes, estuve hasta la novena. Me dejaron libre porque era chiquito, un enano. Me bajoneé, y gracias a mi viejo a los 17 años me dijo que vaya a probarme a Defensa y ahí arranqué en la sexta división. Salí goleador del torneo. Ahí me llevaron a Boca y ya fue algo que no podía creer".

Siguió contando que "cuando debuté en Boca el técnico era César Luis Menotti. Se la jugó por los pibes y nos metió a mí y a Romay que hicimos la jugada del penal. Fue un sueño, es como que entraron los pibes y empataron el partido".

Ese fue el inicio. Escuchá más anécdotas de su carrera en la nota completa acá.