Elisa Carrió sigue haciendo crujir a la alianza gobernante con actitudes poco serias. Tras tensar la cuerda con la Casa Rosada, la verborrágica Carrió dio marcha atrás con sus dichos contra Garavano y aseguró que su pedido para remover al ministro de Justicia "era una broma".

La jornada política de ayer comenzó bien temprano cuando con motivo del lanzamiento del plan Argentina Exporta, la diputada de la CC-ARI lanzó su deseo de destituir al titular de la cartera judicial a través de un juicio político. Sin embargo, la aliada del presidente Mauricio Macri salió a bajarle el tono a la disputa verbal poniéndole paños fríos a sus dichos.

A través de su cuenta en Twitter, Carrió decidió "pedir disculpas" por la situación. "No le pedí ni le voy a pedir la renuncia del Ministro Garavano al Presidente. Lo que dije esta mañana fue una broma, no condiciono ni disputo autoridad", lanzó la diputada en la red social del pajarito. Pero la disculpa de Carrió parece que no será el punto final a la discusión sobre el futuro de Garavano ya que la diputada anticipó que va a posponer "por unos días" la presentación del juicio político contra el ministro.

Más temprano, el Gobierno había salido a contestarle a la diputada con un contundente "nadie debe condicionar al Presidente". La respuesta llegó a través de los ministros de Educación y de Desarrollo Social, Alejandro Finocchiaro y Carolina Stanley, quienes se abroquelaron detrás del mandatario.

En declaraciones formuladas a la prensa el propio Finocchiaro lanzó un tiro por elevación hacia Carrió: "El Presidente desde el minuto uno ha luchado contra la impunidad y la corrupción". En ese contexto, el ministro aclaró que "nadie debe condicionar al Presidente de la República".

En tanto, Stanley aseguró que el Macri "es el principal motor de la lucha contra la corrupción y la persona que más ha hecho por la transparencia en nuestro país". Consideró además que "desde ese lugar nuestro espacio siempre ha trabajado en este sentido y así seguirá trabajando con él a la cabeza".