Con la ley vetada por el presidente Mauricio Macri, los hogares habrían pagado casi 17 mil pesos menos en un año, en tarifas promedio de luz, gas y agua. Con la ley vigente, deberán pagar casi el doble de lo que correspondería si hubiese prosperado la norma que había sancionado el Congreso.


Los datos surgen de un informe elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que mostró la evolución de los aumentos tarifarios y estableció que entre noviembre de 2017 y abril de 2018 la tarifa de luz aumentó un 83% y la del gas un 108,5%. Además estimó que habrá una suba promedio del 25% para ambos servicios en octubre próximo. En el caso del agua, el único aumento que hubo en ese tramo fue del 26%. De no haber sido vetada la ley, el aumento para los tres servicios habría sido del 16,91 por ciento.
Por ejemplo, una familia que en noviembre del año pasado pagó una boleta de luz mensual de $ 408, en diciembre pagará $ 933. En el caso del gas, si pagó $ 931, en diciembre pagará $ 2428. En agua, si pagó $ 305 por mes (se divide la boleta bimestral en dos cuotas), pagará $ 384. Con la ley vetada, las mismas boletas habrían alcanzado en diciembre los siguientes montos: $ 480, en el caso de la luz; $ 1095, en el gas; y $ 323, en el agua. En el mismo sentido, la sumatoria de los tres servicios se traduce en $ 3746 por mes con la ley vigente y en $ 1898 con el proyecto que el Ejecutivo decidió rechazar.
La ley vetada retrotraía las tarifas a noviembre de 2017 y establecía como tope de actualización la variación del índice de salarios. Si se tienen en cuenta la progresión de aumentos desde esa fecha y la tarifa promedio calculada por CEPA y tomada como referencia para este artículo, los tres servicios tendrán a fin de año un costo acumulado de $ 41.021. Con la ley vetada, ese monto habría sido de $ 24.343. Una diferencia de $ 16.678; un 40,5% menos.
Hernán Letcher, economista y director del CEPA, manifestó que "lo que ha hecho el gobierno es desregular los precios regulados y atarlos al dólar. El impacto inflacionario es relativo, pero tiene un efecto importante en ciertos sectores de la sociedad. La expresión más fidedigna de esto es que hay hogares que se endeudan para pagar tarifas". Al mismo tiempo, comparó: "El gobierno es tremendamente inflexible en la discusión. A la par, es terriblemente indulgente con sectores como el agro y la minería. De hecho, la intención de restablecer retenciones duró un suspiro".
Letcher advirtió que "la tarifa residencial aumentó de manera fenomenal. Hoy, hay boletas de electricidad que superan los mil pesos. Si se trata de un trabajador informal o de alguien que cobra la jubilación mínima, la luz puede llegar a ser el 20% del ingreso".