Gabreila AlBernaz/ El primer ministro británico, Boris Johnson, comenzó hoy su segunda semana en el cargo con una ambiciosa agenda que incluye la planificación para una salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) sin acuerdo.El nuevo líder británico anunciaría además en los próximos días, una ayuda de más de 1.000 millones de libras extras para los preparativos.También viajará a Escocia, Gales e Irlanda del Norte en los próximos días para prometer "fortalecer la unión", aunque se enfrenta a una difícil reunión con Ruth Davidson, la líder conservadora escocesa, ya que advirtió durante el fin de semana que no puede adherirse a su estrategia del Brexit sin acuerdo.Entre sus planes está, el anuncio de un tren de alta velocidad entre Manchester y la ciudad de Leeds, 20.000 nuevos agentes de policía y dinero extra para la asistencia social y las escuelas.

Se cree que estos anuncios son parte de una campaña para una próxima elección ya que debe buscar mayor concenso.Sin embargo, sus planes podrían verse afectados por las presiones que está recibiendo en contra de un Brexit no negociado.Según un informe del Instituto para el Gobierno (IfG), la unión del Reino Unido se vería sometida a una "presión sin precedentes" en caso de que no se llegara a un acuerdo con la UE, siendo Irlanda del Norte "la más gravemente afectada".De acuerdo a este análisis, se necesitaría legislación para introducir un régimen directo en Irlanda del Norte con efecto inmediato a fin de aprobar un Brexit sin acuerdo si no se restablece el gobierno descentralizado para finales de octubre."Johnson bien puede encontrar que habiendo dejado una unión política, pasa una proporción cada vez mayor de su tiempo tratando de mantener a otra unida", dijo.El IfG, que tiene oficinas al lado del Ministerio de Asuntos Exteriores, cerca de St James's Park, tiene acceso regular a legisladores y altos funcionarios, lo que le permite ofrecer evaluaciones sobre todos los aspectos del gobierno.El informe describe también lo incierto que sería el futuro de Johnson después en el caso de un colapso de la economía, sugiriendo que todo lo que no sea Brexit quedaría relegado a un segundo plano.

Por otro lado la incertidumbre sigue jugando en contra a la economía del Reino Unido, hoy el director general de la automotriz Vauxhall-owner PSA dijo que podría trasladar toda la producción de su fábrica de Ellesmere Port si el Brexit no la hace rentable.Carlos Tavares dijo al Financial Times que el fabricante de automóviles tiene alternativas a la planta que podría utilizar.El traslado probablemente llevaría al cierre de la fábrica dejando unos 1.000 puestos de trabajo, según el periódico británico.